Cultura
Santa Llúcia reflota la sala y podrá renegociar la hipoteca a partir de marzo
Dos años después de la amenaza de subasta, la entidad ve el final del calvario y está a dos cuotas de completar el periodo de carencia y sentarse con el banco
El periplo de la Hermandad de Sant Isidre y Santa Llúcia para mantener la sede en el arrabal de Robuster parece acercarse a su fin. Casi dos años después de que, al principio del 2016, parara in extremis la subasta de la Sala Santa Llúcia, lastrada por una hipoteca de cerca de 300.000 euros a que en aquel momento era complicado hacer frente, la entidad está a punto de completar el periodo de carencia que le exigió el banco para acceder a renegociar la deuda. Será en marzo cuando la Hermandad abone las últimas de estas mensualidades, un hecho que la convertirá en solvente a la hora de sentarse para mirar de alargar el plazo de pago, que actualmente se encuentra en torno a los 14 años.
Antes de la amenaza de subasta y a raíz de esta hipoteca, la Hermandad estaba sujeta a cuotas de unos 2.000 euros que pasaron a casi 1.000 al mes cuando la entidad entró en periodo de carencia. El objetivo es, a partir de marzo, «negociar finalmente con el banco y que, ampliando el plazo, podamos mantenernos en los 1.000, que sí que los podemos pagar», apunta al presidente del colectivo, Josep Maria Vallès. En la Hermandad están «contentos, pero esperando que lo hayamos pagado todo y acabe bien». Hasta ahora, las mensualidades se han estado satisfaciendo con la caja de la reactivación del bar de la sala, pero también con una ampliación de la programación que ha llevado este espacio a acoger «hasta tres actividades a la semana».
El golpe de timón en la sala y la diversificación de una oferta con que «hemos querido convencer también a otros públicos a que quizás antes no llegábamos, y que nos hace contar también con la gente de siempre», ha sido crucial para atraer a más gente. El aumento de la afluencia, este, que constatan desde la Hermandad y «que esperamos mantener». Las buenas noticias llegan justo después de que la entidad emprendiera una campaña de micromecenazgo para rescatar la Sala Santa Llúcia que a duras penas atrajo unas pocas aportaciones.
Mantenerse en los 1.000 euros
A pesar del paso de los meses, la hipoteca continúa fijada «más o menos en los mismos 300.000 euros porque, hasta ahora, estamos pagando intereses». Alargar el margen para devolver el dinero es el objetivo que el colectivo perseguía desde tiempo atrás y que «todavía está por ver, porque hablar no nos garantiza tampoco que llegar a buen puerto. Sin embargo, deseamos que sea así,» concluye el presidente de la Hermandad de Sant Isidre i Santa Llúcia. Sobre el nuevo plazo por el cual apostaría la entidad de cara a alargar este pago –ahora a 14 años–, Vallès concreta que «no lo sabemos todavía pero no es tan importante. La clave es que las cuotas se mantengan en los 1.000 euros. Con los 600 años de historia que tiene la entidad, seguro que no nos importará esperar unos cuantos más».
En los próximos días, la Sala Santa Llúcia presentará la programación de actos previstos para el primer semestre del año 2018 en el completo. Una recopilación de actividades, las que se ofrecerán hasta el mes de junio, que promete mantener la voluntad de «seguir dirigiéndonos a ámbitos muy diversos». La celebración en la sala de algunos actos vinculados con Reus Capital de la Cultura Catalana ha servido, también precisa Vallès, como otro empuje a la situación económica que atravesaba la entidad.