Hasta 4 órganos de los 22 donantes de la provincia viajaron en avión en el 2017

Un total de 22 cadáveres válidos para la extracción de órganos fueron dados el pasado 2017 procedentes de centros hospitalarios de la demarcación de Tarragona, según datos registrados al balance anual de la Organización Catalana de Trasplantes (OCATT). La cifra representa un incremento de 4 con respecto a los 18 que se contabilizaron el año 2016, en la línea ascendente de una actividad que este año vuelve a batir récords, y fija en únicamente 3 los cadáveres que habían sido detectados como aptos para trasplantes en la provincia y que no se dieron. En detalle, de los 22, hasta 19 cuerpos pertenecían a personas que recibieron atenciones en el Hospital Joan XXIII de Tarragona, otros dos eran del Hospital Verge de la Cinta de Tortosa y uno, del Sant Joan de Reus.

Entre todos los órganos obtenidos a partir de estos 22 cadáveres de donantes –habitualmente, de cada cuerpo resulta aprovechable más de un órgano–, 4 fueron trasplantados a receptores localizados fuera de Cataluña, en otra Comunidad Autónoma del Estado. El Aeroport de Reus intervino en el traslado de 2 de estos 4 órganos, tal como detallan fuentes del OCATT al Diari Més, mientras que El Prat realizó el movimiento de los otros 2 después de que el equipo médico que se encargaba llegara en ambulancia en Barcelona con órganos extraídos en Tarragona, Tortosa o Reus.

El protocolo marca que sólo cuando donante y receptor se encuentran en hospitales de Comunidades diferentes los órganos viajen en avión, mientras que en el resto de casos establece que el procedimiento se complete ordinariamente a través de vehículos especializados y por carretera. La mayoría de los órganos van a 8 hospitales de Barcelona –los únicos de Cataluña o se hacen trasplantes– o de su entorno. En el 2017, ningún órgano dado en Tarragona fue a parar fuera del Estado. En el territorio, la tasa de donaciones acaba de aumentar a los 44,1 donantes por cada millón de personas.

Plantilla corta y el horario limitado

El traslado de órganos en avión ha resultado polémico en los últimos años en el Aeroport de Reus después de que trabajadores hayan sacado a la luz una serie de casos en qué la plantilla corta de controladores y el horario limitado del aeródromo –que no está abierto las 24 horas– llevó al OCATT a programar trayectos por carretera a El Prat y volar desde aquí al destino final aunque los órganos se hubieran extraído en Tarragona y el Aeroport de Reus fuera más próximo. El último tenía lugar a finales de octubre del año pasado, cuando un vuelo ambulancia que había solicitado el uso del Aeroport de Reus para extraer y trasladar un corazón del Joan XXIII hacia Madrid tuvo que hacer la maniobra en El Prat por falta de personal que asistiera en la operativa a las instalaciones reusenses. Un mes más tarde, un controlador atendía voluntariamente y fuera de su horario laboral otro vuelo, en este caso también con un corazón pero extraido en el Verge de la Cinta y que tenía que ir a Zaragoza.

Sindicatos como UGT manifiestan reiteradamente que la incorporación de controladores pondría fin a situaciones como estas y acabaría también con las «presiones» que recibe el colectivo para acudir al trabajo fuera del turno «porque nos dicen que en nuestra decisión va una vida». Piden que se cree un turno de guardia para controladores y denuncian que Reus es el único aeropuerto del grupo II que no dispone de uno.