Reus recorta un 50% la inversión y va a crédito en un presupuesto «realista»

El gobierno de Reus ha presentado este jueves el expediente de presupuesto 2018, con una previsión de 110,2 millones de euros para el Ayuntamiento –319 el consolidado– que destinará 3,4 a inversiones –prácticamente la mitad que el ejercicio anterior– y reservará los ingresos extraordinarios resultantes de la regularización catastral del IBI por parte de Hacienda y de la devolución del IBI de ejercicios anteriores de Sirusa –hasta 1,4 millones más– para Juegos del Mediterráneo, Reus Ciutat de la Música 2018, la candidatura Reus Ciutat Europea del Deporte 2019 y el estudio del pliegue|pliego del nuevo contrato de la basura|maleza.

Liquidado anticipadamente el Plan de Ajuste, el Ayuntamiento vuelve a tener capacidad para ir a crédito y lo hará para 3 de los 3,4 millones de inversiones, que abarcarán cuatro grandes áreas: la seguridad, con la compra de nuevos vehículos para la Guardia Urbana; los servicios de atención a las personas, con un incremento de recursos para la adolescencia y la ayuda a domicilio; la transformación digital de los trámites municipales, que tiene que consumarse antes del otoño; y la puesta al día de la vía publica con la reforma del entorno de la plaza de la Sangre, acciones de microurbanismo y el desarrollo del Pla de Barris de Sol i Vista e Immaculada. El gobierno prevé reducir, con este expediente de presupuestos de «rigor, realismo, contención y buena gestión», de los 229 millones a cierre del 2017 hasta los 213 millones, y mantener la ratio por debajo del 75% que obligaría a comunicar gastos. El gasto del Ayuntamiento en personal prevé también un crecimiento de 4%, 1,4 millones hasta los 33,8.

Presión fiscal y tributos

Sobre este 50% de recorte a las inversiones con respecto al ejercicio anterior, el concejal de Hacienda, Joaquim Enrech, se limitaba el jueves a valorar que «una de las prioridades es seguir con la reducción del gasto y de la deuda», y reiteraba un mensaje de «realismo y contención». Enrech hacía especial referencia también, a la hora de desgranar este borrador de cuentas, al hecho de que «en los últimos años no se ha incrementado la presión fiscal», una cuestión que atribuía a que «los primeros cuatro años por la concienciación sobre la coyuntura económica y los dos siguientes porque no ha sido posible llegar a un acuerdo» para aprobar unas nuevas ordenanzas fiscales, ahora prorrogadas.

En este sentido, la situación queda parcialmente compensada con un incremento de la recaudación vía tributos en que se concreta en «el crecimiento de la actividad económica, de manera especial en el impuesto sobre construcciones, instalaciones y obras –de aquí salen 400.000 euros; y el aumento de la cifra del nuevo contrato programa con Bienestar de la Generalitat, por 800.000 euros».

Ingresos extraordinarios

Con respecto a los 1,4 millones de ingresos extraordinarios que detalla el gobierno, 1,1 entran en las arcas municipales son procedentes de una regularización catastral, correspondiente a los ejercicios 2014 a 2017, que ha llevado a cabo el Ministerio de Hacienda. El resto son resultado de una consulta realizada por el Ayuntamiento y que ha concluido que no es pertinente el pago del IVA entre este y Sirusa por la prestación de servicios que realiza la empresa. Por lo tanto, Sirusa vuelve a Reus un importe de hasta 273.000 euros correspondiendo a este concepto.

Con respecto al presupuesto consolidado, con empresas municipales y organismos autónomos incluidos, es de 319,8 millones para el 2018. En este capítulo, el gobierno ha reduit la aportación a los organismos pero lo ha incrementado en todas las empresas municipales excepto el Grupo Salud, que pierde un 3,5%.

Cuestión de confianza

Lo que expuso el jueves el gobierno es sólo el expediente de presupuestos. Este, remitido a los grupos municipales el miércoles, pasará el lunes por comisión informativa y llegará al pleno el jueves 25 de enero. En Navidad, el alcalde Carles Pellicer ya manifestó que la única vía de diálogo abierta con la oposición de cara a la aprobación de las cuentas era con el PSC. Y el PSC respondió, «no» en principio, a su propuesta, todo y no valorará el expediente hasta el lunes. Si el grupo socialista confirma el posicionamiento inicial, el alcalde tendría que volver a recurrir a la cuestión de confianza para tener presupuestos.

El Grupo Salud resulta la única empresa que pierde aportación: 5,7 millones

En el apartado de empresas municipales, el Grupo Salud resulta la única que pierde recursos con respecto al ejercicio anterior, y lindará en el 2018 con un 3,75% menos, es decir, con un total de 156 millones por los 161 con que contó en el 2017. Para el resto, el presupuesto crecerá entre el 0,17% de Reus Transport y el 12,03 de Reus Esport i Lleure. El gobierno declinó pormenoritzar las cifras de este capítulo, pero sí que confirmó que, dentro del Grupo Salud, el Hospital Sant Joan de Reus dispone de un presupuesto a pesar de encontrarse teóricamente en las puertas de la constitución del consorcio con el CatSalut que tendría que asumir la gestión. El consorcio, por el cual se firmó antes de la aplicación del 155 un acuerdo de intenciones, tenía que haber entrado en vigor el 1 de enero de este 2018, y haberse hecho cargo del concierto, los trabajadores y el alquiler del centro sanitario, pero se ha retrasado. En las últimas semanas, la concejala de Salud, Noemí Llauradó, había manifestado la previsión de que este pueda tomar forma durante el mes de enero. El concejal Enrech, calificaba el presupuesto del Sant Joan como «una acción de realismo sobre la situación que tenemos hoy», y apuntaba que «el convenio se irá desarrollando de pizca y tenemos que esperar que eso pase».

La Ciudad de la Música se lleva 175.000 euros de los ingresos extras

Coincidiendo con la clausura de Reus Capital de la Cultura Catalana 2017, el alcalde Carles Pellicer anunció una propuesta cultural que quiere superar las dimensiones de la capitalidad este 2018. Se trata de la Ciudad de la Música, una iniciativa sobre la cual el Ayuntamiento no ha suscitado todavía ningún detalle. El expediente de presupuestos municipales para el 2018 reserva en la Ciudad de la Música un total de 175.000 euros extraídos de los ingresos extraordinarios que ha percibido el Ayuntamiento a cuenta de la revisión del catastro y de Sirusa. La cifra es la tercera mayor sobre estos ingresos, por detrás de los 500.000 euros vinculados al fondo de contingencia y de otros 215.000 euros que irán a inversiones.

De los ingresos extraordinarios, 116.000 euros irán al estudio del pliegue del nuevo contrato de limpieza viaria y de la basura. Este empezará a materializarse ahora teniendo en cuenta la fecha en que expirará el actual contrato de la basura, el 1 de enero del 2019. El tema ha generado debate en los últimos meses por la voluntad de la CUP de internalitzar el servicio, y este ha sido uno de los principales escollos de cara a un acuerdo para la aprobación de los presupuestos.

Los presupuestos participativos continúan y serán 200.000 euros

Después de haber puesto en marcha finalmente este año el sistema de presupuestos participativos, que permite a la ciudadanía decidir dónde irán a parar 750.000 euros de la partida de inversiones del presupuesto, el gobierno anunció que mantendrá los presupuestos participativos para el 2018. Lo hará, en este caso, con 200.000 euros, aunque «querríamos que fueran más dinero y miraremos que así sea», apuntaba a Enrech. El proceso participativo abierto a finales de noviembre para decidir a qué se destinarán estos 750.000 euros se cerró el 17 de diciembre, con cerca de 90 propuestas registradas en la plataforma que el Ayuntamiento habilitó para esta finalidad. Estas tendrán que ser agrupadas, ahora, en dos bloques: pequeñas, que requerirían una inversión de hasta 50.000 euros; y grandes, a partir de esta cifra y hasta un máximo de 150.000 euros. Las propuestas tendrán que ser analizadas, de inicio, para comprobar que se ajustan a criterios como resultar viables económicamente, no suponer contratación de nuevo personal ni gastos de mantenimiento y respetar el marco legal.

El gobierno también mantiene, en su expediente de presupuestos, el 3% para políticas sociales.