Pellicer: «Seguimos a la captura de quien no recoge excrementos de su perro»

El alcalde de Reus, Carles Pellicer, se prestó ayer a un intercambio de puntos de vista con los asistentes a un acto abierto organizado por el Centre d'Amics de Reus y que sirvió el alcalde para hacer balance de la situación política y económica vinculada al municipio, pero también para responder a aquellas cuestiones que más interesan a sus vecinos. Pellicer repasó temas de actualidad local como el apeadero de Bellissens o los pins retirados durante las obras de la plaza Catalunya, las cuales «acabarán este mes», y avanzó algún proyecto como el inicio inminente de la remodelación del entorno de la plaza de la Sangre o la segunda fase de la nueva zona verde de Mas Mainer. También se refirió a la iniciativa de la Ciudad de la Música 2018, un acontecimiento «único en el mundo» y que servirá para «enfocar este año la cultura». Y a uno de los temas ciudadanos estrella, la recogida de los excrementos de perros. En este sentido, el alcalde recordó que «continuamos a la busca y captura de aquellas personas que, cuando su perro hace sus necesidades, no las recogen».

Sobre esta cuestión, Pellicer detalló que «cada mañana una pareja de la Guardia Urbana de Paisano gira por la ciudad asegurándose de que los amos de los animales cumplan con sus obligaciones». Y que la campaña puesta en marcha meses atrás por el Ayuntamiento en esta línea –que ahora se centra en el censado y xipatge de las mascotas– «ha servido para concienciar a la opinión pública de que eso es importante y que tenemos que estar encima». «Por eso sirven herramientas como la ordenanza de civismo», añadía Pellicer, que aseguraba que «cuando alguien no recoge los excrementos del perro y marcha, nos ocupamos de que sea informado de que eso no puede hacerse y, si, corresponde, que también» sea «sancionado».

En materia urbanística, Pellicer explicó que la próxima semana arrancará «el asfaltado de las zonas del barrio Gaudí donde hay edificios, para acabar con esta impresión de arena y barro,» y que este 2018 «se derribarán las siete naves pendientes de ir al suelo en el barrio del Carme» por parte del Incasòl. Esta obra pondrá fin, de rebote, «al problema de las palomas». El alcalde hizo la comparativa entre las licencias de obras urbanísticas concedidas al 2013, un total de 23, y las 69 para este año. Las obras menores, precisó, también han pasado de 624 a 1.166.

El Aeropuerto, «para estar orgulloso»

El alcalde reivindicó la relevancia del Aeropuerto de Reus, del cual dijo que «tenemos que estar orgullosos porque cuesta mucho salir adelante pero cada vez hay más gente que lo utiliza porque está muy bien posicionado». Después de encerrar a un 2017 donde, por primera vez desde el 2011, las instalaciones de la capital del Baix Camp han superado al millón de pasajeros, Pellicer calificaba este como «un aeropuerto de referencia» y subrayaba el trabajo para impulsarlo. Justo ayer se daba a conocer, como uno de los frutos de la participativo a Fitur, una nueva conexión regular con Shannon y el estreno de vuelos chárter en Tallin.

Con el Hospital Sant Joan atravesando una nueva crisis, ahora provocada por el brote de sarna que ha afectado a 22 de sus trabajadores del servicio de urgencias, el alcalde decía ayer, en alusión al consorcio con el CatSalut que todavía no se ha establecido, que «necesitamos que la Generalitat gestione el Hospital, un convenio que no nos haga sufrir más». Sobre la cuestión social, Pellicer desgranaba algunos datos del balance de bienestar y apuntaba que, el pasado 2017, Reus repartió cerca de 30.800 comidas a través de los comedores. Cifras como estas, reflexionaba, constatan que «hay» que seguir «ayudando porque todavía hay gente que necesita ayuda».