El Brexit obliga al Aeropuerto de Reus a reconfigurar los controles de seguridad
El traslado del control de pasaportes en la entrada de la sala de embarque quiere agilizar los trámites a pasajeros provenientes de fuera la UE
La terminal de pasajeros del Aeropuerto de Reus vivirá, en los próximos meses, una intervención en el sistema de control de pasaportes para adaptarse a la nueva normativa de seguridad europea, aprobada en abril del 2017 y que supone una redefinición selectiva del acuerdo y el espacio comunitario denominado Schengen. Las medidas que se derivan, impulsadas después de los atentados de París y coincidiendo con el proceso del Brexit, obligan los países de la Unión Europea a realizar exámenes exhaustivos de sus fronteras exteriores para incrementar la seguridad, e incluyen el Reino Unido –principal origen de los usuarios del aeródromo reusense, con un total de 677.082 el año pasado– entre los destinos donde todos los viajeros tendrán que facilitar sus pasaportes para cruzar la identidad con diferentes bases de datos. Hasta ahora, en las conexiones fuera de la zona Shengen, el control de los pasajeros se limitaba, siempre que no se tratara de perfiles de riesgo, a la revisión superficial de la documentación.
En el Aeropuerto de Reus, que más allá de las que despliega con el Reino Unido mantiene enlaces con otros puntos fuera del Schengen, como Rusia, el cambio comportará una inversión de 149.000 euros y cuatro meses de trabajo para trasladar las cabinas de control de pasaportes –que hoy están ubicadas junto a las puertas de embarque– en el espacio inmediatamente posterior al filtro de seguridad. De esta manera, la sala de embarque quedará dividida a fin de que viajeros en destinos incluidos dentro del acuerdo Shengen –sin controles fronterizos– no se mezclen durante la espera previa al acceso a su vuelo con los de países que sí que forman parte de la zona.
Reducir la espera en el acceso al avión
En este sentido, Aena abrió ayer un procedimiento negociado por las obras. Fuentes de la misma empresa gestora de los aeropuertos explicaban ayer al Diari Més que la intervención servirá para «agilizar los controles y reducir el tiempo de embarque», ya que los viajeros en la zona no Schengen no tendrán que mostrar su pasaporte al mismo momento de subir al avión sino que la Policía Nacional los la requerirá desde nuevas cabinas –en realidad las actuales, que serán desmontadas y recolocadas– justo después de pasar el filtro de seguridad. Las mismas fuentes detallaban que, la adaptación a la normativa implicará también reservar algunas de las puertas de embarque específicamente para vuelos a no Schegen. Los trabajos previstos en Reus se están llevando a cabo también ahora, o ya se han hecho, en otros aeropuertos de la red de Aena con finalidad idéntica.
El 66% de usuarios, de Reino Unido
En el 2017, un 66% de los viajeros que pasaron por el Aeropuerto de Reus lo hicieron a través de enlaces con ciudades del Reino Unido, que ahora queda fuera de la zona Schengen a raíz del Brexit y tendrá que someterse a los controles de pasaportes. Los 677.082 usuarios suponen, por países, el contingente mayor que alimenta la actividad de las instalaciones de la capital del Baix Camp, y que ahora tendrá que pasar por el sistema de control para extracomunitarios. Con respecto a Rusia, que también está excluida de Schengen, en el mismo año se movieron por el Aeropuerto de Reus 6.600 turistas más que en el 2016, un total de 17.645 rusos que representan cerca de un 2% del global de viajeros pero son el sexto grupo más importante por destinos.