Los trabajos de jardinería moderan la culminación de la reforma del Tanatorio
La obra, con 126.000 euros y un plazo de 4 meses, arrancó en marzo del 2017 y no se inaugura porque la llegada del frío hace esperar las franjas verdes
La suspensión de los trabajos de jardinería coincidiendo con la llegada del frío está retrasando la culminación de las obras de reforma del entorno del Tanatorio Municipal, que arrancaron en marzo del 2017 con un plazo de ejecución de 4 meses y todavía mantienen las vallas y algún tramo pendiente. El proyecto, que fue adjudicado por 126.617,95 euros, se encuentra prácticamente terminado, únicamente ahora a la espera, tal como detallan fuentes municipales, que algunos de los espacios de vegetación que este contempla puedan definitivamente completarse.
Las mismas fuentes detallan que «la climatología ha influido en la jardinería y eso, en los trabajos» en torno al Tanatorio, y que «una vez se haya finalizado esta parte», la plaza de Pablo Picasso «se podrá abrir al público». De hecho, hace semanas que este punto de la ciudad mantiene un aspecto similar, y últimamente se instaló un indicativo, en material transparente y directamente colocado sobre el césped, que hace referencia en el mismo equipamiento y en Reus Serveis Municipals.
Abrir el equipamiento a la ciudad
Los trabajos se impulsaron con el doble objetivo de reordenar el espacio con el fin de hacerlo más útil y cómodo para los usuarios del equipamiento, y hacer el edificio más visible y accesible desde la avenida del President Macià. La plaza de Pablo Picasso se encontraba configurada de una forma simétrica y en relación con la escultura con que aparece en medio, y no tenía muy en cuenta el flujo de circulaciones desde el centro de la ciudad hasta el edificio. Por otra parte, el hecho de que la zona estuviera delimitada por unas jardineras altas con una vegetación abundante, hacía que el edificio quede prácticamente imperceptible desde este lugar de la ciudad.
En la reforma se ha tenido en cuenta la importancia del acceso a través del paso de peatones de la avenida del President Macià con la calle de Cambrils. Desde este punto se tiene una visión alineada con el vestíbulo del tanatorio. Por eso se planteó una rampa muy suave –del 3,5%–, de 22 metros de largura y 6,6 metros de anchura, con el mismo pavimento, que lleva hasta una pequeña plaza, como vestíbulo exterior del edificio, con una pendiente del 5,5%. Desde esta rampa hasta las jardineras que separaban de la avenida de Bellissens se ha formado una nueva franja verde de 47 metros de largura y 9,5 metros de anchura que se llenará con césped o con hiedra de hoja pequeña. En el acceso desde la avenida del President Macià con la calle Sol i Ortega se ha repetido la solución pero con una rampa más pequeña. Los muros de contención de las jardineras en la confluencia de la avenida del President Macià con la avenida de Bellissens han sido derribados para abrir el equipamiento en la plaza.