La oposición dice «no» a los presupuestos y Pellicer abre conversaciones con los grupos
El alcalde de Reus aparca la cuestión de confianza y anuncia diálogo con los portavoces después de que PSC, CUP, Cs y PP tumben las cuentas
El alcalde de Reus, Carles Pellicer, iniciará hoy una ronda de contactos «sinceros» con todos los grupos municipales para tratar de encontrar puntos de acuerdo en relación a los presupuestos del 2018. Lo hará después de haber encajado, durante el pleno de ayer, el «no» en bloque de la oposición a un expediente de cuentas duramente criticado, a grandes rasgos, en tres ámbitos: la financiación del Hospital Sant Joan dibujado sin asegurar la constitución del consorcio con el CatSalut que las gestione, la determinación de ir a crédito en 3 de los 3,4 millones de inversiones y la exclusión, en las cuentas, de las mociones planteadas por la oposición y aprobadas durante 2017 por el plenario.
También después de que PSC, CUP, Ciutadans y PP reprocharan al gobierno la falta de diálogo y el uso recurrente del mecanismo de la cuestión de confianza –que ya desencalló una situación similar al 2017 y que se utilizaría ahora por última vez en este mandato, tal como marca la LOREG- para «seguir recto». Este, Pellicer, no lo descarta. Y, de hecho, sigue siendo un escenario más que probable aunque el alcalde no detallaba ayer las líneas rojas que trazará el gobierno en esta nueva pantalla de negociaciones, que se alargará dos días: hoy y lunes próximo.
El alcalde explicaba ayer el giro en las quinielas porque «perder estos presupuestos no es bueno para nadie, y me resisto a que no haya ningún grupo que quiera estar» y confirmaba la intención de sentarse también con Ciutadans, formación con que las relaciones se daban al menos por congeladas a raíz de las denuncias vinculadas al 1-O. Aludía, tal como hizo el año pasado antes de impulsar la primera cuestión de confianza, a la convicción de que «no podemos quedarnos de brazos cruzados» y al «deber de poner las instituciones por delante de cualquier interés» y de «responder a la ciudadanía, a la cual tenemos que servir.» «No se valen excusas que nos viertan al bloqueo», concluía el alcalde en una comparecencia al desenlace del pleno y acompañado de sus socios de gobierno, ERC y Ara Reus, en el que hablaba de un «ejercicio de responsabilidad».
De nuevo, el único apoyo del gobierno
Con respecto al posicionamiento de los grupos a la oposición, no hubo ninguna sorpresa. Los cuatro mantuvieron el voto en contra que ya habían adelantado a lo largo de la semana y el argumentario con que fundamentaban el «no». El pleno transcurrió ayer sin la presencia de la concejala de la CUP Mariona Quadrada, que no acudió por motivos de salud. Fueron, así, 15 los votos que tumbaron los presupuestos, los cuales únicamente recibieron el apoyo del propio gobierno, un total de 11 votos.
A pesar de la ronda de contactos, Pellicer matizaba ayer que «el gobierno mantiene inalterables sus prioridades con la atención a las personas, la proyección de ciudad y la reducción del endeudamiento». «Prioridades», detallaba, «completamente compatibles con una oferta de diálogo» que insistía en que se plantee «abierto y sincero». El alcalde calificaba la propuesta para intercambiar puntos de vista con los grupos municipales como un acto «generoso» y afianzaba la idea de que los presupuestos elaborados por el gobierno son «asumibles» y suponen un «ejemplo de realismo y contención».