Investigan por odio un mecánico de Reus por no atender el coche de un policía nacional

Un mecánico reusense está investigado por un supuesto delito de incitación al odio después de no haber atendido, en el taller de su propiedad y que regenta ubicado en el camino de Valls, el vehículo particular de un agente de la Policía Nacional que quería llevarlo al negocio para someterlo a una revisión rutinaria. El hombre, Jordi Perelló, representado por el miembro del colectivo de Advicats Voluntaris de l'1-O David Piqué, fue citado ayer a declarar en la comisaría de los Mossos D'Esquadra de Reus, y se acogió al derecho a no hacerlo.

Los hechos, siempre según el relato del mecánico, se remontan a este mismo miércoles, día 31 de enero, entre las doce y media y la una del mediodía, cuando recibió una llamada telefónica de un agente de la Policía Nacional para llevar su coche particular en el taller y él le comunicó la decisión de no recibirlo porque, por «convicciones personales», desde el 1-O ha decidido no ofrecer servicios a la Policía Nacional ni tampoco a la Guardia Civil. Poco después de colgar el teléfono, explica, y después de haber mantenido una conversación con una persona próxima a quien lo había llamado, dos dotaciones de los Mossos D'Esquadra se personaron en el taller.

El abogado del mecánico, David Piqué, precisa que, al no haber tenido acceso todavía al atestado, no tienen conocimiento de quien ha presentado la denuncia. Después de que Perelló se acogiera ayer a su derecho a no declarar en la comisaría de Mossos D'Esquadra, estas diligencias policiales se enviarán al juzgado para que estudie el atestado y decida si inicia diligencias previas por un supuesto delito de incitación al odio o archiva la causa. Si se incoan diligencias, cosa que resulta probable, el mecánico será citado a declarar de nuevo, esta vez en sede judicial.

Piqué valora, siempre pendiente de acceder al atestado, que «la filosofía de este tipo delictivo –el de incitación al odio– es evitar que haya minorías sociales se puedan ver afectadas para que una persona decida excluirlas» y que «aquí estaríamos hablando realmente de un contexto absolutamente diferente: que él se niega a atender el cuerpo de la Policía Nacional y de la Guardia Civil y que, además, explica el motivo, que no es ningún otro que los hechos que pasaron el día 1 de octubre».

Un negocio generalista

El mecánico considera, en declaraciones a Diari Més, que su taller es un establecimiento privado y que, al tratarse de un «taller generalista, soy yo quien puedo escoger a quién quiero atender». Alude, en este sentido, al Real Decreto 298/93 de 8 de octubre que regula la actividad industrial y de prestación de servicios en los talleres de reparación de vehículos automóviles, de sus equipos y componentes. Perelló concreta que, igual que anteriormente había hecho la puesta a punto de vehículos de la Policía Nacional sin que hubiera ningún problema, también ahora puede optar por no seguir haciéndolo y no tendría que haber ninguno. Y lamenta que «se me haya denunciado para decidir qué es lo que quiero y lo que no quiero hacer a mi propio negocio». Un delito de incitación al odio puede llegar a comportar penas de prisión.

«Es mi casa»

Perelló se mostraba ayer «tranquilo» a pesar de «el aprieto de haber sido citado a declarar» porque sostiene que «yo no he cometido ningún delito de odio ni odio a nadie, ni tampoco opté por no atender aquel coche por una cuestión de raza o de género». «Es simplemente», explica el mecánico, porque «no lo hago desde el 1-O, y porque es mi casa, nada más». No será hasta las próximas semanas que Perelló conozca si tendrá que ir a declarar al juzgado o si la causa resultará finalmente archivada.