La oferta de las escuelas públicas pierde cada año dos líneas de P3
Cerrar los grupos que Enseñanza descarta a Isabel Besora y Joan Rebull al 2018-19 dejaría Reus con 11 menos que en el 2011
La pérdida de grupos de P3 que arrastran las escuelas de titularidad pública de Reus en los últimos años, estrechamente vinculada a la bajada de la cifra de nacimientos en la ciudad, tendrá continuidad al curso 2018-2019, si nada lo evita, con la supresión de dos líneas en las escuelas Isabel Besora y Joan Rebull. Desde el 2011, suponiendo que, como todo apunta, los dos cierres pendientes acaben por materializarse, los centros de la capital del Baix Camp habrán eliminado, por término medio, cerca de dos aulas de este nivel cada año: entre el 2011-2012 y el 2018-2019 se habrán extinguido un total de 11, exactamente 1,57 por curso académico.
El Ayuntamiento atribuye la situación a esta caída del padrón, concreta una previsión de 64 niños menos en la preinscripción de P3 para el próximo curso y mantiene que reclamará al Departamento de Enseñanza que se revisen las ratios a la baja. La Asociación de Madres y Padres de Alumnes (AMPA) de una de las escuelas que perderá una clase para quedarse a partir del verano únicamente con dos, Joan Rebull, pedía públicamente justamente el viernes pasado la «reconsideración» de este planteamiento a través de la reducción de la ratio «de 25 a 20 alumnos», cuestión que daría lugar, tal como lo entiende el colectivo, a «un efecto positivo sobre el rendimiento del alumnado y también sobre las prácticas pedagógicas del profesorado».
Fruto de la «mala planificación»
Desde el AMPA de la Escuela Joan Rebull –que, en la línea de la Cèlia Artiga, también luchará contra la adscripción única– critican que el Departamento de Enseñanza «hace sevir» el argumento de la reducción demográfica, «para ahorrar recursos» cuándo «el mantenimiento de las líneas de educación infantil en ningún caso supone un coste adicional para la administración». Y defienden la caída del padrón cómo «una oportunidad para mantener las mismas líneas, disminuyendo el número de niños por clase, para contribuir a la mejora de la educación» al mismo tiempo que valoran que «la supresión de líneas es consecuencia de la mala planificación escolar llevada a cabo los últimos cursos, tiene un efecto negativo sobre la equidad del sistema y explica, en parte, la segregación escolar existente». Es por eso que reivindican, en un comunicado, «mantener en funcionamiento todas las líneas y todos los grupos».
Hasta ahora, el último centro escolar al perder un grupo en Reus ha sido la Escuela Sant Bernat Calbó, justamente al inicio de este curso 2017-18 y que ya había suprimido otro al 2012-2013. El año pasado, al 2016-2017, en las escuelas General Prim y Eduard Toda también desapareció una unidad de P3. Los Ganxets, Marià Fortuny, Ciudad de Reus y General Prim son los otros centros que han eliminado una línea de P3 en este periodo, según datos facilitados por el Ayuntamiento a preguntas del grupo municipal del PSC, y la fusión Isabel Besora i Reus XXI eliminó también dos. Todas las escuelas que han visto cómo disminuían alumnos y aulas de P3 desde el 2011, según los mismos datos, son de titularidad pública.
Padrón|Patrón y solicitud de matrícula
La concejala de Enseñanza de Reus, Maria Dolors Sardà, aclaraba en el transcurso del pleno de octubre, que «hemos pasado de tener 55 en 46 grupos, pero hay que mirar el padrón, la solicitud de inscripción y la matrícula real en septiembre desde el 2011-2012 hasta el 2017-2018, donde ha habido una bajada de 418 alumnos». «Si eso lo dividimos entre 25, aunque ha habido años con ratios de 22 o 23, quizás habríamos tenido que romper 16 grupos», añadía.