Los vecinos de Mas Pellicer denuncia que «20 avisos al 112» no eviten una ocupación
Vecinos lamentan que, de jueves a sábado, alertaron «sin éxito» del acceso a un domicilio de Vivienda
Vecinos de Mas Pellicer han denunciado, en las últimas horas, la ocupación ilegal de un piso localizado en la segunda planta del bloque 26 y que sería propiedad de la Agencia de la Vivienda de Cataluña, vacío intermitentemente en los últimos meses y de manera definitiva desde el verano pasado por la defunción de quién hasta entonces se alojaba. Los hechos, según el relato de los mismos vecinos, se remontan por la noche de este 8 de febrero, cuándo «hicimos la primera llamada al 112 en oír golpes y comprobar que había unos individuos que intentaban forzar la puerta metálica con que el piso estaba protegido y que tendría que haber evitado, precisamente, la entrada de ocupas». Entre el jueves y la noche de este sábado, tal como detallan desde el barrio, «hicimos como mínimo 20 llamadas más al teléfono de emergencias», las cuales desembocaron en la presencia de Mossos de Esquadra y Guardia Urbana en el edificio pero «no han evitado la ocupación», la cual describen como «violenta».
Vivienda, explican, «también tenía conocimiento de lo que estaba «pasando» y «no ha hecho ningún movimiento que nos ayudara a evitarlo. Ni se ha apresurado a adjudicar el piso, que cuando se cerró se encontraba en buenas condiciones y era susceptible que se diera una situación como esta». «Mientras hay personas en una lista de espera para acceder a un hogar, no entendemos cómo se pueden permitir este tipo de cosas», valoran vecinos que prefieren, por miedo, no revelar su identidad.
El vecindario próximo al bloque 26 lamenta que agentes de la policía catalana «llegaron a identificar, en la misma entrada del piso, a cuatro chicos que eran los que lo habían abierto. Y no hicieron nada más», y apunta que «incluso, una vez arrancaron la puerta metálica, tuvieron bastante calma como para ir a comprar una cerradura nueva por la puerta del piso y cambiarlo». Sospechan, además que estos jóvenes, que «entraron subiéndose hasta el segundo piso y han roto las tapias» no hayan llevado a término la ocupación para establecerse en la vivienda sino por encargo, para realquilarlo o para dedicarlo a ciertas actividades,» y aseguran que «no son personas necesitadas» y que «semanas atrás habíamos visto cosas extrañas y gente que, desde fuera, fotografiaba el piso». Algunos de los vecinos de la misma escalera, «que son en general personas mayores», «salieron de casa y se quisieron enfrentar, pero recibieron malas palabras y tienen temor».
Un problema para la Generalitat
El de las ocupaciones ilegales «no es un problema nuevo» y «hay veces que entran en los pisos el mismo día que han quedado vacíos», reconocen los vecinos, que cifran en «entre 20 y 30 pisos, sumando los de bancos y los de Vivienda». La acción de las propias escaleras, y también la de la Asociación de Vecinos I de Mayo había conseguido, con todo, frenar esta actividad en los últimos tiempos. Según datos facilitados por la Agencia de la Vivienda de Cataluña, el verano pasado un total de 19 de los 377 pisos gestionados en Reus se encontraban ocupados ilegalmente. La situación bloquea la entrega de una parte del fondo de viviendas sociales a personas que se ajustan a los criterios de adjudicación y conduce a la Generalitat, en la mayoría de casos, a poner en marcha procesos de negociación con los ocupas.