El arquitecto Antoni Gaudí completa el primer paso hacia la beatificación

La Asociación pro Beatificación de Gaudí, que desde 1992 trabaja para conseguir el culto de la iglesia católica al arquitecto Antoni Gaudí, ha completado el primero de los trámites camino de este objetivo. El presidente de la entidad, José Manuel Almuzara, explica que el colectivo ha finalizado «hace sólo quince días» la redacción de la llamada positio super vita, virtutibus et fama sanctitatis, un extenso volumen –en estos momentos inmerso en tareas de impresión– en el cual quedan recogidos cinco ámbitos necesarios para abrir las puertas de la beatificación de Gaudí: una exposición sobre la historia de la causa, el aparato probatorio; las declaraciones de testigos, la documentación sobre la vida, la obra y la fama de santidad; el dictàmen sobre sus escritos; una biografía documentada; y la informatio sobre las virtudes ejercidas de forma heroica por quien se quiere que sea beatificado.

«La elaboración de toda esta documentación ha requerido de un puñado de años de trabajo por parte de los cinco componentes de la asociación y de un sprint final de dedicación en estos tres últimos». A partir de aquí, detalla Almuzara, el volumen se hará llegar en un grupo de consultores históricos, teológicos y al congreso de cardenales y obispos de la Congregación de las Causas de los Santos, que lo estudiarán.

En caso de que la positio reciba la aprobación en esta instancia, «si sus opiniones sobre el ejercicio heroico de las virtudes por parte de Gaudí concuerdan y son favorables», añade, «el prefecto de este dicasterio romano presentará al Sant Pare el respectivo decreto de heroicidad de las virtudes para que autorice su publicación». Una vez consumado este paso, entonces correspondería al Papa nombrar o no venerable Gaudí.

Siguen esperando un milagro

La calidad de venerable, con todo, no permitiría todavía el culto público al arquitecto. Para que eso pudiera ser, según relata el presidente de la Asociación pro Beatificación de Gaudí, «hace falta el reconocimiento de un milagro». Y eso quiere decir que «alguna persona que dirija sus oraciones a Gaudí, porque hoy día hay miles que lo están haciendo por todo el mundo, comunique que ha sido curado de alguna enfermedad gracias a estas plegarias». El «milagro», concreta Almuzara, «tiene que ser médico y no de ningún otro tipo» y «tiene que quedar debidamente acreditado por un grupo de médicos que hayan aceptado estudiar el caso, porque no todos se prestan».

En este sentido, añade Almuzara, «hemos estado cerca en un par de ocasiones». Una, «con un compañero arquitecto italiano que superó un cáncer. Los doctores aceptaron el milagro pero pidieron cinco años de margen para certificarlo. Al cabo de tres, la enfermedad se reprodujo y murió». Y otra, el caso de «una mujer de Reus que se cuidó de un problema de retina, aunque finalmente no pudo demostrarse». En la actualidad, «no estamos estudiando ningún caso». La Asociación pro Beatificación de Gaudí no se marca plazos en la beatificación «porque depende de muchos factores» y Almuzara, dice, la pone «en manos de la divina Providencia».