El 1-O y la aplicación del 155 triplicaron las manifestaciones en Reus

Reus acogió a lo largo del año 2017, según datos facilitados por el Departamento de Interior, un total de 77 concentraciones y marchas en la vía pública. La cifra, que incluye exclusivamente aquellas convocatorias previamente comunicadas a los cuerpos de seguridad, multiplica por tres las 25 que se habían llevado a cabo en el 2016 y supone un incremento de 52. Un importante volumen de ellas tuvieron lugar entre los meses de septiembre y diciembre, y se corresponderían así con las movilizaciones relacionadas con la celebración del 1-O y las consecuencias que se desprendieron, entre ellos la aplicación del artículo 155.

A pesar del carácter espontáneo que acompañó al menos una parte de estas protestas, a veces difundidas a través de aplicaciones móviles y de las propias redes sociales y fijadas con pocas horas de margen por el estrecho vínculo con la actualidad política, fuentes de Interior no facilitan recuento de las concentraciones no comunicadas porque no se produjeron. En Tarragona ciudad, aunque el contexto catalán también estuvo presente, el 2017 ha dejado 72 manifestaciones, casi las mismas que se registraron en el 2016 –cuándo se hicieron, exactamente, un total de 73– y 5 menos de los que han tenido lugar en Reus en el último año.

Una de las marchas más multitudinarias, que reunió entre 6.000 y 7.000 personas, tuvo lugar en la capital del Baix Camp el 20 de septiembre, pocos días antes del referéndum y a raíz del despliegue de efectivos de la Policía Nacional en el territorio y en el centro de Reus, en toda una batería de manifestaciones que reclamaban «democracia» y «derecho a votar». Más adelante, se sucedieron también de vinculadas al rechazo a las cargas policiales, por la defensa de la escuela catalana, contra el encarcelamiento de los Jordis y de consellers y también, más recientemente y al final de año, contra la detención de concejales de la CUP que no habían respondido a la citación del juzgado de instrucción número 2 donde están investigados –cómo lo está el alcalde de Reus, varios portavoces y Bombers de la Generalitat– precisamente por actos que tienen que ver con el 1-O. No todas las concentraciones localizadas en Reus el año pasado tuvieron que ver, sin embargo, con la cuestión política catalana.

Cambrils, Hospital y Gas Natural

La ciudad, y a menudo con ella la plaza del Mercadal, también asistieron a las reivindicaciones laborales que planteaba la plantilla del Hospital Sant Joan, a la denuncia pública de la imposición de una sanción durante las protestas contra el corte de luz de Gas Natural a la mujer de 81 años que murió en un incendio en casa suya al 2016 o a la reacción ante los atentados yihadistas en Cambrils y Barcelona y contra algunos casos de violencia machista.

El dato de 77 concentraciones y marchas en Reus resulta significativo si se compara, por ejemplo, con la del 2010, cuándo se produjeron únicamente 8. En el 2012, en cambio, y con los efectos de la crisis económica en su momento álgido, la capital del Baix Camp asistió a una protesta social cada tres días, un total de 134 a lo largo del año.