«Entró, pidió el pan con bastante esfuerzo y cayó redondo al suelo»

Un vecino de Reus de 57 años sufrió, este domingo, un ataque cardiaco mientras acudía a comprar el pan a la pastelería Caelles, ubicada en la esquina entre el Camí de Tarragona y la Riera d'Aragó. La rápida intervención de una patrulla de la Guardia Urbana que se encontraba en la zona y que llevaba, en su vehículo, uno de los desfibriladores móviles con que cuenta el cuerpo de seguridad le salvó la vida. Desde la pastelería, Eva Calles explica que se trata «de un cliente habitual» a quien «despachó una dependienta que, en el momento de entrar, lo vio sudado y muy rojo». «Él pidió el pan y quería otra cosa pero ni siquiera le salían las palabras», recuerda, y apunta que, «de golpe, cayó redondo al suelo y, al ver que no se movía avisamos al 112».

Mientras en el local recibían las primeras indicaciones de una médico, «uno de los clientes que se encontraba en la barra vio, por la puerta, que cerca había una patrulla de la Guardia Urbana, y les fue a avisar». Caelles explica que los agentes «llegaron al momento y sabían de entrada lo que tenían que hacer, y eso nos tranquilizó» y que «intentaron reanimar al hombre manualmente y llevaban un desfibrilador que utilizaron mientras no llegaba la ambulancia, que estuvo unos 30 minutos».

Una reacción rápida

Desde la pastelería valoran que «fue una gran suerte que el ataque cardiaco fuera en la calle porque había gente que pudo ayudarlo» y especialmente «que la Guardia Urbana estuviera allí en aquel momento». En relación a la formación que ha recibido el cuerpo para intervenir ante situaciones como esta y también al suministro de desfibriladores móviles que se han colocado en algunos de los vehículos, Caelles explicaba que «probablemente no valoramos lo suficiente este trabajo hasta que no nos encontramos, y es muy valioso. En realidad, todos tendríamos que saber qué se tiene que hacer cuando eso pasa». En la pastelería celebraban ayer la información hecha pública por el Ayuntamiento de Reus que el hombre había sido trasladado al Hospital Sant Joan una vez estabilizado por los servicios médicos.

En detalle, el Ayuntamiento envió una nota donde explicaba que los agentes solicitaron, después de acceder al local y detectar que el hombre se encontraba inconsciente y que tenía síntomas de haber sufrido una crisis cardiaca, la presencia de una ambulancia del servicio médico a través de la central de comunicaciones de la Guardia Urbana. Y realizaron el protocolo de reanimación cardiopulmonar. El cuerpo dispone de 10 desfibriladores y está formado en su uso.