Infraestructuras
Taquillas cerradas y máquinas fuera de servicio generan colas en la estación de tren de Reus
Usuaris denuncian que comprando el billete al tren «hay descuentos que no se aplican» y la PTP lamenta que se ahorre personal
La apertura al público, al menos en ciertas franjas, de únicamente una de las cuatro taquillas para la venta de billetes de que dispone la estación de tren de Reus genera, especialmente a primera hora del día y si la situación coincide con la avería de alguna de las máquinas autoventa, largas colas de pasajeros en el interior del edificio. Uno de estos últimos episodios, que son más o menos frecuentes, se dio el lunes de la semana pasada, cuando las tres máquinas se encontraban fuera de servicio y sólo una taquilla dispensaba billetes.
La incidencia, en que quedó resuelta a lo largo del mismo día 19 de febrero con la reparación del sistema de autoventa, «se repite a menudo y genera inseguridad entre los usuarios, aparte que no se corresponde con el funcionamiento que se espera como normal de una estación», apunta el delegado de la asociación para la Promoción del Transporte Público (PTP) al Campo de Tarragona, Daniel Pi. Desde la PTP explican que «Renfe tiene un problema con las máquinas que ha instalado porque, aparte de ser muy poco intuitivas, muchas veces se quedan sin cambio y sólo aceptan tarjetas», hecho que provoca que «por un motivo o por otro, mucha gente tiene que ir hacia la taquilla y nadie llega a la estación 25 minutos antes. Entonces, se genera un tapón». Pi explica que «va en épocas sin embargo, últimamente, es bastante habitual que sólo haya una persona en las taquillas» y valora que «con toda probabilidad, eso se da para ahorrarse personal». «En nuestras estaciones hay deficiencias en la atención al cliente y, a veces, parece que vender un billete es un favor que te hacen», añade.
Uno entre los pasajeros a los cuales, el 19 de febrero, se vio haciendo cola en la estación de tren con tres de las cuatro taquillas cerradas, explica que, aunque existe la alternativa de comprar el billete dentro del mismo tren «hay descuentos que una vez arriba no te aplican: familia numerosa nunca y Carnet Jove, según el revisor que te toque, tampoco» y que «si no llevas efectivo, en el tren no se puede pagar el billete con tarjeta». Aparte, «si uno sube pero no puede comprar el billete para que el revisor no pase, según donde, lo necesitas para bajar», mantiene a otro viajero. En el mismo sentido, Pi apunta que «si hubiera un accidente no te cubre el seguro, es desagradable y, si no tienes el billete, cuando llegas a Sants poco menos que te tratan como un delincuente». «Yo no conozco ninguna empresa que no quiera vender», concluye.
Las prácticas llegan al Senado
La cuestión afecta a otros puntos como Tarragona y tiene relación con una de las preguntas de ERC en el Senado que recientemente han recibido respuesta, sobre cierre de taquillas en horario de circulación de trenes y una precariedad en el servicio de información al viajero que el grupo atribuye al traspaso de actividad y venta de billetes de Adif en Renfe. En su respuesta, el gobierno del Estado explica que los turnos en las taquillas se han mantenido a pesar del cambio y que «el horario de circulación de trenes es más amplio que el de taquillas» y por eso «hay las máquinas autoventa».