El Hospital Sant Joan cerrará en el 2017 con un déficit de 3,2 MEUR
El centro hospitalario afronta en este nuevo ejercicio una nueva causa de disolución por tercer año consecutivo y tiene dos meses para dejarla sin efecto a partir del 23 de marzo.
La sesión informativa del Consejo de Administración celebrada ayer fijó en 3,2 millones de euros el déficit con que el Hospital Sant Joan de Reus cerrará el ejercicio 2017, a la espera de la formulación de cuentas que tendrá lugar el próximo 23 de marzo. La cifra, que recortaría en unos 300.000 la que se había hecho pública en el pleno del pasado diciembre y que apuntaba 3,5 millones, vierte el centro a una nueva causa de disolución que será la tercera de consecutiva. La primera la removió el Ayuntamiento con una polémica inyección económica de 4 millones provenientes de fondo de reserva de Gecohsa. La segunda, por la cual justo el lunes pasado el consistorio completaba los trámites con la publicación del último paso en el BORME, se resolvió con una reducción de capital social de 3,5 millones de euros y una aportación en terrenos por valor de cerca de’ 1,3 millones. Según ha podido saber el Diari Més, el gobierno puso ayer encima de la mesa del Consejo de Administración el compromiso que el mecanismo que se acuerde ahora –hay dos meses de margen– no adelgazará las arcas municipales ni repercutirá, así, en Gecohsa.
Con respecto al resto de sociedades, Gecohsa, que a partir del próximo 13 de abril dejará de gestionar el Hospital de Móra d'Ebre, cerrará en el 2017 con un positivo de 680 euros. El CMQ, inmerso en el proceso para abandonar a la Clínica Fàbregas con quien mantiene abierto un litigio y trasladarse a las dependencias de consultas externas del antiguo hospital en la calle Sant Joan, carga con un déficit de 180.000 euros.
El punto incluido en el convenio laboral
La más inmediata consecuencia del déficit previsto de 3,2 millones para el Hospital Sant Joan es que la plantilla, en relación a uno de los puntos decisivos en la negociación por el nuevo convenio laboral 2017-2019, y que quedó incluido en el texto finalmente firmado, no tiene derecho a cobrar las retribuciones variables por objetivos (DPO) del 2017. Y es que el documento contempla que estos importes se abonen a los trabajadores, a partir de ahora, única y exclusivamente si se da un escenario de equilibrio económico. El condicionante, que acerca el convenio del Sant Joan al del Siscat aunque el colectivo haya conseguido mantener a uno del propio, era una de las recomendaciones de la auditoría encargada a una consultora externa y que vio la luz en marzo del año pasado. Los empleados del CMQ tampoco cobrarán DPO y los de Gecohsa percibirán un 33% para no generar déficit.
De la auditoría, el Sant Joan ha estado aplicando en los últimos meses parte de las conclusiones. Entre las que ya están en marcha, tal como adelantó este medio, está «la ampliación de la Unidad Sociosanitaria hasta un máximo de 79 camas consolidando el área de subagudos con 17 camas como alternativa a la hospitalización convencional» o «la mejora del sistema de facturación de la medicación a fin de que no se pierda ningún ingreso por pequeño que sea». Fuentes del Hospital consultadas detallaban a finales de febrero que nuevas medidas se irán implantando de aquí en adelante.
El consorcio espera el nuevo gobierno
La cifra del déficit que se espera para el 2017 sale a la luz tres meses después de la que tendría que haber sido la fecha de entrada en funcionamiento de un nuevo consorcio entre CatSalut y Ayuntamiento de Reus que asumiera «alquiler, concierto y plantilla» del centro y enderezara así la delicada situación económica. Fuentes del Departamento de Salud explicaban al Diari Més, hace justo 30 días, que «están trabajando conjuntamente el CatSalut, el Ayuntamiento y los profesionales del Hospital en todos los elementos laborales, económicos y jurídicos que son necesarios para la creación, del nuevo consorcio sin que a estas alturas haya un calendario cerrado para su puesta en funcionamiento». Las mismas fuentes detallaban que «tendrá que ser el gobierno de la Generalitat quien apruebe la creación del nuevo consorcio». El presupuesto consolidado contempla la gestión del Sant Joan.
Formulación y votación de cuentas
En el marco del Consejo de Administración, la sesión informativa se celebró ayer a petición de los consellers de la CUP, que habían pedido realizar preguntas y recibir también aclaraciones antes de la votación del 23 de marzo. A su desenlace, la consellera cupaire Marta Llorens se refería al déficit del Sant Joan y valoraba que «estamos ante un mal endémico, estructural, que no es coyuntural ni propio de la situación y es muy factible que se vuelva a registrar», y atribuía la situación a que «no se ha sabido reconducir la mala gestión de Innova» y a que «se prioriza mantener el sistema por encima de las personas». Llorens lamentaba que «los primeros que lo pagarán serán los trabajadores», que no cobrarán DPO, y decía, sobre el consorcio que «hemos pedido resúmenes de las reuniones que no nos dan» y que «hoy sólo está a los sueños del gobierno».