La percusión de las bandas retruena en la procesión del Prendiment sin canto de saetas
Una afectación en las cuerdas vocales de la saetera hará esperar hasta el año que viene para poder oírla de nuevo
Más presencia de bandas suplieron ayer, en la procesión del Prendiment, la insólita ausencia de la saetera, que no ofreció el tradicional canto de saetas desde el balcón de la plaza del Mercadal y al paso de cada misterio al sufrir una afectación en las cuerdas vocales. Las cofradías de Sant Pere Apòstol, de los Sants Just y Pastor y de Jesús de l'Amargura, organizadoras de esta cita relevante en el calendario de la Semana Santa reusense, optaron por una exhibición musical que reemplazara temporalmente, sólo en esta ocasión puntual, la saetera. Ella misma llevará de vuelta el próximo año este «aspecto tan característico de la procesión, un elemento muy identificativo del conjunto de actos que se realizan en la ciudad en esta época» y que, cada Miércoles Santo, hacía el silencio en torno a los pasos para escuchar el canto de saetas. Ayer retronó la percusión potente de las bandas, y las habituales cornetas, en solitario.
La Segunda Caída de Jesús, de la Hermandad de Sant Miquel Arcàngel; el Ecce Homo, de la Cofradía de los Sants Just i Pastor; La negación de Pere, de la Cofradía de Sant Pere Apòstol; y Jesús encuentra a su Madre, de la Cofradía de Jesús de l'Amargura recorrieron las calles del centro después de salir del Temple de la Puríssima Sang, entre decenas de reusenses que no faltaron. La procesión del Prendiment hace referencia a la escena bíblica donde Jesús se encuentra rogando en el huerto de los olivos y es tomado por la cohorte romana después de haber sido traicionado por Judes Iscariot.
La Penitencial en Sant Josep Obrer
Paralelamente y justo a la misma hora, el barrio de Sant Josep Obrer pudo presenciar la procesión Penitencial. Esta volvió a recorrer la calle central de Mas Pellicer después de que, años atrás, el recorrido variara para preservar la integridad de las imágenes. Antes, durante la mañana, la parroquia de Sant Bernat Calbó, la de Sant Joan Baptista, la de Sant Francesc de Assís y la Església de la Puríssima Sang habían celebrado visitas, ofrendas y velatorios que se alargaron durante todo el día. Las flores que se depositaron ayer las lucirán a los pasos a las procesiones de hoy y del Viernes Santo. Los actos más significativos seguirán esta noche con la procesión del Silencio. Organizada por la Cofradía Nostre Pare Jesús del Calvari, conocida como los Nazarens, saldrá nuevamente de la iglesia de Sant Francesc de Assís para recorrer, con el alumbrado apagado, el núcleo histórico.