El Ayuntamiento se compromete con los CDR y avala su carácter no violento
El pleno aprueba, con votos de PDeCAT y ERC, una moción de la CUP coincidiendo con la actuación de la Fiscalía de la Audiencia Nacional
El pleno aprobó ayer una moción, promovida por el grupo municipal de la CUP, que incluyó enmiendas del PDeCAT en dos de sus cuatro puntos y se sometió a votación separada a petición del PSC, para comprometer el Ayuntamiento con el apoyo a los Comités de Defensa de la República (CDR) «dado su carácter no violento». En esta puntualización incidió una de las enmiendas, mientras que la otra hizo extensiva a «toda la sociedad» la invitación del consistorio a «mantener la convivencia y la paz que amparan la discrepancia política» en el apoyo a las instituciones catalanas durante el proceso de materialización de la República. El cupaire Edgar Fernández lamentaba, en un apunte durante la exposición del texto original, que «está más castigado subir una barrera de peaje que violar y matar a una mujer» y valoraba que la existencia de presos políticos no nos asusta y «los CDR nos tienen a su lado siempre que haga falta». El debate sobre este punto, el decimoséptimo del orden del día y último antes del turno de ruegos y preguntas, copó casi una hora de las cinco que se alargó la sesión.
Desde el grupo de ERC, uno de los dos que se alineó con la CUP en la aprobación de los dos puntos de más peso en la moción, la portavoz Noemí Llauradó explicaba que «el Estado ha empezado a criminalizar los CDR y a asociar la reivindicación de la República con violencia», y que «duele tanta mentira porque esta gente no es violenta. Lo único que quieren conseguir es la República con la no violencia y la resistencia pacífica». Por parte del PDeCAT, el otro de los grupos que, con su «sí», posibilitó la luz verde, Montserrat Vilella recordaba que «de lo que estamos hablando es de democracia, no de si somos independentistas o no lo somos: se trata del derecho de todos los ciudadanos a poder manifestarse y expresar las opiniones».
Aunque inicialmente había sido el PDeCAT quien pedía la votación por separado de la moción después de que los cupaires no aceptaran una de sus enmiendas, finalmente retiró la petición. El que la formuló, entonces, fue el grupo del PSC, al frente del cual Andreu Martín explicaba que «con todos los respetos, nosotros no estamos para dar apoyo a los CDR. ¿Eso quiere decir que no respetamos su libertad? No. Pero la moción es muy clara en el primer punto, donde dice que se manifiestan en la construcción de la República Catalana». Los socialistas sí que posicionaron a favor del punto tercero, sobre «instar al Ayuntamiento a colaborar en la defensa de los reusenses que vean vulnerado su derecho político». Este también prosperó, con 18 votos a favor, 2 en contra y 4 abstenciones.
Un «insulto a la verdad» para Cs
Por la banda de Ara Reus, Daniel Rubio, se mantenía al margen y concretaba que «los actos a finales de marzo deslegitiman la reivindicación». Pepa Labrador, del grupo de Cs, calificaba la moción como «un insulto a la inteligencia y a la verdad» y una muestra de «cinismo extremo», y decía que «la violencia lo puede ser también a través de la inactividad». El portavoz del PP, Sebastià Domènech, enseñó imágenes de cortes de carreteras, valoraba que «son actos que han comportado violencia» y mostraba la «condena y rechazo total a los que llevan adelante estas acciones y actitudes intolerables».
Miembros de los CDR en el salón
Un grupo de miembros de los CDR asistieron ayer, como público, en el pleno donde se sometió a votación la moción presentada por el grupo municipal de la CUP sobre el apoyo del Ayuntamiento de Reus a su tarea no violenta. Ocuparon un lugar en los bancos del salón de plenos al lado de otras personas que llevaron banderas de España y de Tabàrnia, y carteles donde podía leerse «no son CDR son calle borroka».