Enseñanza
El Ayuntamiento atribuye al padrón y a la cohesión los cierres de P3
Las escuelas Joan Rebull e Isabel Besora perderán a cada una un grupo de este nivel para el próximo curso
El cierre de líneas de P3 que confirmaba a la Generalitat de Catalunya este lunes afectará finalmente a las escuelas Joan Rebull e Isabel Besora, dos centros que ya esperaban perder uno de sus grupos después de que, a finales de enero, el Ayuntamiento de Reus anunciara la petición del Consell Escolar Municipal para bajar las ratios y esquivar el recorte. La concejala de Enseñanza, Maria Dolors Sardà, explicaba en el pleno de este 9 de abril, a preguntas del PSC, que la desaparición de líneas viene dada por una cuestión de cohesión social, una bajada de niños de P3 que se intensifica en la zona este de la ciudad y la voluntad de no dejar sin este nivel otros centros del entorno y que dispone sólo de una línea. El grupo municipal socialista, que ha defendido en los últimos meses a menos niños por aula como alternativa a la desaparición de grupos, recogió –junto con un AMPA– y entregó a Enseñanza más de 1.600 firmas contra el cierre y ha solicitado la celebración de un pleno sobre educación en Reus.
Sardà detalló el lunes la información relativa a cada una de las escuelas que perderán una línea de P3 en la ciudad de cara al próximo curso. Así, sobre la Escuela Joan Rebull, la concejala apuntaba que «tenía tres grupos de P3 y pasará a dos» y decía que «es la última escuela pública que oferta tres grupos. A ratio de 25 alumnos, son 75 plazas, 19 de las cuales posiblemente afectadas por el factor hermano y 56 libres». Joan Rebull «está rodeada por escuelas de una línea como la Montsant, la Prat de la Riba y Los Ganchillos, de las cuales hay que evitar el cierre. Sardà hablaba también de «favorecer la cohesión social evitando el efecto llamamiento del padrón fuera de zona: de las 77 solicitudes para P3 el año pasado, 52 familias tenían 30 puntos y eran de zona, mientras que las otras 25 no eran de zona».
En el caso de la Escuela Isabel Besora, que «pasará de dos grupos a uno», esta «es una de las que tiene dos y, a ratio de 25 alumnos, oferta 50 plazas. De estas, 20 están posiblemente afectadas por el factor hermano y 30 son libres». El centro, proseguía Sardà, «está rodeado por escuelas también de dos líneas, como la Rubió y Oros o el Pi del Burgar». Sin embargo, «esta última se descarta porque es el único instituto escuela de la ciudad y hay que velar por la secundaria en proceso de consolidación». Por otra parte, la concejala de Enseñanza aludía a una «bajada del padrón de P3 a medida que se avanza en la zona oeste de la ciudad, donde los invitados –a la Isabel Besora- con 30 puntos son 169 niños en el modelo 3+2 para|por los 294 niños invitados a la Rubió y Oros». La Escuela Isabel Besora «también está próxima a centros de una sola línea».
«Es preferible bajar las ratios»
En este sentido, desde la Escuela Isabel Besora, el director del centro Eduard Ferran, valoraba ayer la situación y explicaba que «siempre, el preferible, es bajar la ratio a 21 y 22 y evitar cualquier cierre» y apuntaba que «seguramente ninguna escuela quiere ahorrarse tener que cerrar una línea y que sea otro centro quien la pierde. Además, dejar una escuela sin ninguna línea de P3 es prácticamente dejarla muerta, es una condena. Lo que querríamos todos es mantener las líneas y bajar las ratios, pero sabemos también que es complicado». Ferran lamentaba que «a menudo, Enseñanza toma estas decisiones y, cuando ya vienen dadas, todos juntos tenemos poca cosa a hacer, pensamos de una manera o de otra».
El presidente del AMPA de la Escuela Isabel Besora, Jordi Pàmies, expresaba ayer que «entendemos que bajen a los niños pero nuestra escuela tiene mucha demanda y acostumbra a llenar las plazas y quedarse gente fuera», hecho «por el cual» ahora «la línea que quede prácticamente estará ya cubierta con hermanos». La opinión «es muy clara: convendría mantener las líneas y bajar las ratios».