El Hospital Sant Joan de Reus gana uno de los VII Premios ESTEVE
Ha creado un sistema automático para valorar el dolor de los recién nacidos ingresados en la UCI
El proyecto 'APANICU1.0. Sistema automático para la valoración del dolor de los neonatos ingresados en las unidades de cuidados intensivos', ha ganado en el área Enfermera de los VII Premios ESTEVE 'Unidos por la Atención al Paciente'.
Dirigido por Josep Oriol Casanovas, enfermero del Hospital San Juan de Reus el sistemamonitoriza en tiempo real el dolor en neonatos, mejorando su atención y bienestar.
El galardón se ha dado en el Hotel Monumento San Francisco de Santiago de Compostela, en un acto con más de 350 profesionales del sector sanitario y representantes del Ministerio de Sanidad y de la CCAA de Galicia.
Los VII Premios ESTEVE son un reconocimiento al compromiso, esfuerzo e innovación de los profesionales sanitarios y a aquellos proyectos que fomentan la vertiente más humana de la profesión, que realmente contribuyen a mejorar la atención y la comunicación con el paciente y, por lo tanto, su calidad de vida. Organizados por ESTEVE, cuentan con la colaboración de la Organización Médica Colegial (OMC), el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos (CGCOF) y el Consejo General de Enfermería (CGE).
Es el caso del sistema inteligenteAPANICU1.0, desarrollado a partir del trabajo en equipo entre los departamentos de enfermería y de ingeniería informática de la Universitat Rovira i Virgili para evaluar el dolor de los neonatos ingresados en la Unidad de Cuidados intensivos Neonatales (UCIN)del Hospital Universitario JoanXXIIIde Tarragona
Implantado en el equipo de monitorización de constantes vitales, APANICU 1.0 evalúa de forma automática y en tiempo real el dolor en el recién nacido con escaleras|escalas validadas y registra las alarmas para mejorar la atención de unos pacientes extremadamente vulnerables. El sistema identifica hasta 12 grados de dolor, mide los parámetros de control habituales en la UCI (frecuencia cardiaca, tensión arterial, frecuencia respiratoria y saturación de oxígeno) y los cruza con los registros de un micrófono y de una cámara que otorgan un valor determinado al movimiento de la cara y de las extremidades del recién nacido. A eso, se suma un registro del volumen, intensidad y frecuencia del llanto.
Según los autores del proyecto, la prueba piloto de APANICU 1.0 ha permitido integrar las escalas del dolor en el prototipo para la valoración automática y la aparición de la cifra en el monitor de constantes vitales. Además, la conectividad entre el prototipo y el software de la UCIN no interfirió en la monitorización de los recién nacidos ni el trabajo de los profesionales, demostrando su viabilidad.
Los recién nacidos ingresados en las UCIN están expuestos a múltiples procedimientos dolorosos y, además, perciben el dolor con más intensidad debido a que su cerebro y sistema nervioso todavía se están desarrollando. La medida del dolor en estos pacientes sigue siendo una asignatura pendiente por varias razones: es difícil diferenciarlo de la incomodidad, el hambre o la necesidad de compañía, más del 60% de los profesionales de las UCIN no utiliza ninguna de las 40 escaleras|escalas del dolor existentes en recién nacidos y entre el 30% y el 44% no aplica medidas analgésicas.