Urbanismo agotará las opciones judiciales para insonorizar las vías en Sol y Ortega

Dos años después de que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), con fecha de mayo del 2016, diera la razón al Ayuntamiento de Reus y estableciera la obligación de la promotora del residencial La Sedera, ubicado entre la avenida de Tarragona y la calle Sol i Ortega, de instalar pantallas de insonorización junto a las vías del tren para evitar que el ruido del paso de los convoyes se cuele dentro de los pisos, sólo un muro y un espacio del suelo con cierto arbolado separan las viviendas de la vía. La situación concursal que atraviesa la empresa limita y mucho el margen de maniobra del consistorio y, cuando han pasado más de 15 años desde que dibujara el proyecto de los bloques|blocs, la promotora no responde, las pantallas no están colocadas pero la circulación de trenes continúa.

Urbanismo hizo en este sentido a la constructora, la zaragozana Ortiz Dieste SL, una advertencia de ejecución subsidiaria en octubre del 2017 y que no tuvo retorno, tal como precisan en el Diari Més fuentes municipales. De hecho, el consistorio instaba a la promotora a materializar esta mejora concreta desde que presentara el primer proyecto para levantar los edificios, todavía a la década de los 2000.

Analizar alternativas

En este escenario, el Ayuntamiento ha empezado a analizar,nada más hace unas pocas semanas, la alternativa de la ejecución de un aval requerido a su momento en Ortiz Dieste –como se hace con todas las constructoras, de manera rutinaria– para sufragar esta parcela pendiente, aunque muy probablemente la cifra no servirá para cubrir el global de la mejora. Urbanismo agotará, tal como precisan las mismas fuentes, a todas las vías judiciales a su alcance con el fin de dotar los bloques de pantallas acústicas junto a las vías, todo y que a quien correspondería haberlas contemplado desde antes y todo de ejecutar la construcción de los pisos es a la misma promotora que los levantó.

El Ayuntamiento había comunicado por primera vez a la constructora la necesidad de colocar estas pantallas el año 2002, en el marco de una serie de recomendaciones de cumplimiento|cumplido obligado que hizo el consistorio al proyecto inicial presentado con anterioridad al inicio de los trabajos para dar forma al residencial La Sedera. La Comisión Provincial de Urbanismo de Tarragona ya había dejado constancia, también y de forma paralela al Ayuntamiento, de algunas carencias de determinada relevancia al mismo proyecto, una de las cuales era esta que pasaba estrictamente para «aislar al máximo posible los vecinos del sonido de los trenes» a su paso por la vía próxima

Mejoras, pero no esta

La promotora, sin embargo, no presentó el proyecto complementario que se le requería hasta entrado el año 2011. A la nueva documentación, sí que se habían incorporado algunas de las indicaciones realizadas por la Comisión Provincial de Urbanismo de Tarragona y también una parte de las que hizo el Ayuntamiento de Reus, pero no ésta. En concreto, las modificaciones incluidas hacían referencia principalmente a mejoras en los accesos a la zona y a algunos de los viales del entorno de los edificios. En el momento que el Ayuntamiento accedió a este proyecto complementario, de cualquier forma, la construcción de los pisos había finalizado completamente y también se habían empezado a entregar a los propietarios.

Retahíla de sentencias

El Ayuntamiento contestó entonces a la promotora con un nuevo escrito donde recordaba la demora en la instalación de las pantallas junto a las vías del tren. Al no recibir respuesta, presentó un requerimiento a Ortiz Dieste SL. La empresa recurrió|recorrió y, un año más tarde, el 3 de diciembre de 2013, el Juzgado Contencioso Administrativo número 2 de Tarragona falló en favor del Ayuntamiento de Reus y determinó que los elementos de insonorización tenían que estar. A la resolución la sucedió un nuevo recurso por parte de la promotora que desembocaba en mayo del 2016 en la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que no admite recurso y que sigue la línea de las anteriores. La advertencia de ejecución subsidiaria que hizo Urbanismo en octubre del 2017 representa ahora un nuevo paso en la misma dirección.