El Pinar llevará de nuevo al Parlament el problema de la línea de alta tensión

El Pinar prepara documentación para trasladar, de nuevo, al Parlament de Catalunya, la situación de las torres de alta tensión que atraviesa la urbanización. La Comisión de Empresa ya rechazó, en mayo del 2016, una iniciativa en este sentido, vehiculada por el grupo parlamentario del PP, que planteaba que la Generalitat asumiera la inversión para el soterramiento de la línea de 110 kv y que recibió el «no» de los grupos de Junts pel Sí, Catalunya Sí que Es Pot y la CUP. Los vecinos ven en esta una de las últimas vías para deshacerse de la instalación, presente desde los años 70 y a que atribuyen «problemas a la salud, pero que también provoca limitaciones en cuestiones tangibles como la cobertura de telefonía o el wifi. Si la puerta no se abre, «valoraremos llamar después a la del Congreso», apunta a Diari Més Josep Agramunt, vocal de la asociación de vecinos de la urbanización.

El vecindario lamenta la «falta de voluntad política y de los operadores» para poner solución al problema. Recrimina al Ayuntamiento que «no siempre nos haya dado apoyo a la hora de reclamar a ciertas instancias dónde ir de su mano nos habría hecho ser más fuertes» y valora, «desde el respeto», que el papel del consistorio se ha limitado a menudo al de «pasearnos, aunque le hicimos llegar el estudio de un alumno de la URV sobre las consecuencias de las torres» y que «hace pocos meses, el alcalde nos dijo que de este tema no se movería nada hasta de aquí 3 o 4 años». En la urbanización hay unos 200 chalets, pero «está creciendo», valora al presidente de la entidad, Antoni Pont. Fuentes municipales mantienen que «el compromiso del Ayuntamiento por las torres continúa vigente» con los vecinos y que «en las reuniones que se hacen en materia eléctrica se trata este tema». Y que el alcalde, Carles Pellicer, «lamenta la actitud del titular de la instalación», que es Red Eléctrica de España, y lo insta a encontrar una salida.

La última alternativa que la Generalitat puso encima de la mesa tiene fecha de abril del 2017 y es analizar un nuevo trazado para las líneas –soterrar costaría unos 4 millones–, el cual tendría que encajar en el POUM y tener la colaboración de la titular, concretaban entonces fuentes de energía y Minas. La Asociación de Vecinos de El Pinar, con la Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus (FAVR), se había reunido poco antes con el director del ámbito, quien emplazaba la urbanización a «empezar a trabajar en función de lo que salga» del nuevo dibujo. Este no ha llegado a realizarse. Un primer plano puesto en marcha en el 2007, que contemplaba que la Generalitat se encargaría de los materiales y el Ayuntamiento, de la obra civil para el soterramiento, se anuló.

El precedente próximo de Calafell

La urbanización se refleja en un proyecto próximo, el de Calafell, donde ha previsto que la propietaria lleve a cabo este mismo 2018 el desmantelamiento de la línea de alta tensión que transcurre por el municipio. «Si allí es viable, ¿por qué aquí no? Calafell nos hace pensar que hacer desaparecer las torres de El Pinar no es imposible», valora Agramunt. Desde la FAVR, el presidente Valentín Rodríguez, precisa que «apoyaremos a los vecinos como hasta ahora porque creemos que la suya es una reivindicación justa» y que «acordaremos con ellos los movimientos a hacer: si hay que presionar el Ayuntamiento para un nuevo trazado, presionaremos, y si hay que ir al Parlament, al Congreso o allí donde decidan, iremos, y les abriremos las puertas que les podamos abrir».