«Estamos pendientes de que Ricardo Bofill pueda venir para el 50 aniversario del barrio»

—¿Cuántas familias viven a día de hoy en el barrio Gaudí?

—Somos alrededor de unas 4.000 familias, un poco más, sin llegar a las 5.000. Esta población más o menos se ha mantenido siempre estable.

—Desde el barrio Gaudí se ha afirmado que las fronteras son más emocionales que físicas.

—Sí, para nosotros es un barrio más de la ciudad de Reus. Nuestra barrera es el puente del tren, pero no nos consideramos un barrio diferente del resto de la ciudad.

—El encargo que se hizo a Ricardo Bofill por la construcción del barrio fue el de crear una ciudad dentro de una ciudad. ¿Este modelo ha estado alguna vez vigente?

—No. Bofill pensó en una ciudad en superficie. Antiguamente los bloques Blau, Cobalt y Siena eran todo uno, entrabas por un bloque y podías comunicarte con los otros sin salir a la calle. Con los años, eso se fue perdiendo, porque cada comunidad ha querido marcar sus pautas. Bofill planteó que se hiciera vida en superficie, sin necesidad de bajar a la calle para nada, pero eso no se llevó a cabo.

—La Asociación de Vecinos es una entidad muy activa, y ejemplo organizativo de la vida en el barrio. Cuentan con varios órganos de servicio, como por ejemplo la Oficina de Atención en el Vecindario. ¿Cuál es su tarea?

—Desde la Asociación queríamos que cualquier miembro de la entidad pudiera colaborar, porque de esta manera el peso no recae sobre una sola persona. Esta oficina, por ejemplo, nace de las necesidades de los vecinos, nos encontramos con que muchos tenían dificultades para hacer trámites, si los tenían que hacer on line o ir al Ayuntamiento, y pensamos que un servicio así sería una buena herramienta. Al final acabamos dando servicio también a las personas que no son socias, pero al fin y al cabo no dejan de formar parte del barrio también.

—El año pasado se puso en marcha un proyecto para que los niños y jóvenes del barrio impulsaran de una forma «virtual», pequeñas asociaciones. ¿Cómo ha avanzado esta iniciativa?

—Lo estamos trabajando. Las asociaciones no se han creado literalmente, lo que queremos es que los jóvenes puedan decir la suya, porque a menudo no ven las cosas de la misma manera que lo hacemos los grandes.

—¿Qué es el Forum Gaudí 2019 Proyecto de barrio?

—Es un trabajo que hicimos, reuniéndonos con los vecinos para que vertieran sus ideas sobre como querrían que fuera el barrio, detectando las carencias y los imputs que querríamos hasta el 2019. Salieron cuestiones como el parking junto a la calle Badalona, o el pipican. Otros temas que tenemos son el paseo de la Boca de la Mina, o la plaza de la Sagrada Familia.

—El barrio es singular por la arquitectura.

—Es cierto. La gente piensa en los bloques Bofill, pero el barrio va más allá, tenemos vecinos fantásticos en el resto de carreras, Badalona, avenida Girona, Saragossa, todo es barrio Gaudí. Con respecto a la arquitectura, nos encontramos con que nos la miran más desde fuera que desde la misma ciudad. Pedimos en Reus que se miren los bloques Bofill con buenos ojos, como lo hacían antiguamente, la gente todavía recuerda cuándo venían autocares de chinos a verlos. Tendría que ser una niña de los ojos de Reus, una cosa lo bastante importante para vender a fuera, como el Modernismo.

—¿Cómo serán los actos de celebración de este 50 aniversario?

—Queremos organizar charlas con personas mayores, gente joven y recién llegados con el fin de recuperar un poco la memoria histórica, y si no pasa nada, el año que viene publicar un libro donde todo eso quede plasmado. También estamos pendientes de que Ricardo Bofill se recupere de una caída, y lo podamos tener de visita al barrio. Para el resto, haremos las celebraciones del día a día pero de manera un poco más extensa.