La futura ordenanza de animales pasa por una consulta pública
El trámite, previo a la redacción del documento, permite la ciudadanía y las entidades registrar sugerencias sobre problemas y objetivos
El Ayuntamiento inició el jueves pasado, a través del área de Medio Ambiente, una consulta pública vinculada al proceso de elaboración de la nueva ordenanza de protección, bienestar y convivencia con los animales de compañía y la fauna urbana en Reus, que se dirige la ciudadanía en general y a entidades relacionadas con este ámbito. El trámite, obligado por ley, busca recavar opiniones en cuatro aspectos: los problemas que se pretenden solucionar con la ordenanza, la necesidad y oportunidad de su aprobación, los objetivos de la norma y las posibles soluciones alternativas reguladoras y no reguladoras. Las personas interesadas y potencialmente afectadas por la futura ordenanza disponen de quince días naturales, desde el 30 de mayo, para presentar las sugerencias, que tienen que formularse mediante escrito al Registro General del Ayuntamiento (OTE-OAC).
Reus celebró en febrero del pasado 2017, hace casi un año y medio, la reunión constitutiva de una comisión municipal especial con el fin de preparar y aprobar la nueva ordenanza. En este sentido, fuentes municipales precisan que la consulta que ahora se encuentra en marcha representa un «paso previo» a la elaboración del texto de la futura normativa, el cual todavía no se ha empezado a redactar. El alcalde de Reus, Carles Pellicer, explicaba en una entrevista al Diari Més hace pocos días que la ordenanza «verá la luz pronto». La comisión, que se originó en un decreto de la alcaldía en el 2016, tiene el encargo de trabajar en el documento que sustituya la actual ordenanza y se adapte a la legislación catalana, al respecto y a la realidad de la ciudad. La ordenanza vigente, con respecto a la regulación de este ámbito en la capital del Baix Camp, es del año 1990 y se modificó por última vez el año 1998.
La configuración de la comisión
En el momento de su creación, y tal como comunicó el Ayuntamiento entonces, la comisión estaba integrada por representantes de todos los grupos municipales. Igualmente, «y con el objetivo de redactar un documento abierto y participativo», se invitó a la reunión consitutiva a una serie de entidades que defienden los derechos de los animales –entonces fueron ACTYMA, el Refugi Baix Camp, Reus Gats, la Coordinadora Felina de Tarragona, Gent i Gossos-, así como representantes del Col·legi Oficial de Veterinaris de Tarragona. Los objetivos de la nueva ordenanza, según los definía el Ayuntamiento en el 2017, son regular la protección, el control, la tenencia y la venta de animales, en especial la interrelación entre las personas y los animales en aspectos de convivencia humana y en actividades de recreo y lucrativas con una doble finalidad: la protección, seguridad y salud de las personas y la protección y bienestar de los animales. También la regulación del censo municipal y la identificación de los animales de compañía, que permita disminuir los abandonos en la vía pública y garantizar una tenencia responsable, y fomentar la participación ciudadana en la defensa y protección de los animales así como preservar la seguridad de las personas.
El uso del ADN y perros peligrosos
Aunque la redacción de la ordenanza no ha empezado, desde la constitución de la comisión sí que han trascendido algunas voluntades sobre el futuro documento. Entre ellas estaba la posibilidad de crear un registro de ADN como una de las medidas «innovadoras de control» y pensada para reducir situaciones de abandono, que sería complementaria en el censo que ya está impulsando el Ayuntamiento. También la incorporación de consideraciones especiales relacionadas con los perros que están considerados peligrosos o con los que ayudan personas con discapacidad visual, auditiva o física. Medio ambiente prepara una campaña más dura contra el incivismo ligado a los perros para el otoño.