Medioambiente
Reus renovará el parque de contenedores de la basura con el nuevo contrato
La redacción del pliegue para la futura licitación contempla modelos «más modernos y compactos» y no expandirá la recogida neumática
El contrato de limpieza del espacio público y recogida de residuos municipales que entre en vigor a partir del 1 de enero del próximo 2019 comportará reemplazar los actuales contenedores de la basura por modelos «más modernos y más compactos», reservará los soterrados únicamente para las plazas y zonas históricas porque «moderan, no son demasiado seguros y la capacidad es menor», y profundizará en el retroceso de la recogida neumática, que «no se instalará para ser un sistema desfasado, muy caro y nada útil». También reforzará algunas fracciones de la selectiva, especialmente la orgánica, en ciertos puntos y quiere plantar cara al incivismo por tal «que la ciudad esté limpia y se mantenga segura y ordenada», concretaba al alcalde de Reus, Carles Pellicer, en una entrevista en el Diari Més hace pocos días.
La redacción del pliegue que regirá el futuro procésde licitación fue adjudicada en abril en la empresa barcelonesa Business Strengths Engineering SL, con una inversión de 99.700 euros IVA incluido. Y se encuentra ahora «en marcha», porque «queremos que que lo que se haga sea un contrato a través del cual podamos controlar todavía más el servicio». La capital del Baix Camp tiene actualmente, según datos del geoportal municipal, alrededor de 520 islas de contenedores de superficie. El vínculo con la actual empresa de la limpieza y la recogida de residuos, Fomento de Construcciones y Contratas (FCC) expirará a finales del 2018. El contrato, después del debate abierto por la CUP sobre la conveniencia de la municipalización y de la elaboración de un informe que concluyó la posibilidad de un ahorro en este ámbito, volverá a salir a licitación este año. Pellicer ha justificado la decisión, en varias ocasiones, para «mantener la paz social».
Un «mayor control» de los servicios
El alcalde habla de aplicar mayor control al servicio y detalla que «necesitamos que la ciudad esté muy limpia». «Los trabajadores que recogen la basura y barren son grandes profesionales», valora, «sin embargo, si hace falta más gente a una zona, lo tenemos que poner». Sobre el detalle de los contenedores, Pellicer precisa que los que ahora utilizan «están viejos». Dos empresas mantienen en el municipio las islas de contenedores que instalaron a finales del 2016 para ponerlas a prueba, en ojos del Ayuntamiento, de cara al futuro nuevo contrato. El primero de los tests lo integran cinco contenedores colocados en la calle Sant Joan, uno para cada fracción de recogida selectiva y con propiedades que evitan la combustión rápida, cedidos sin coste por parte de Formato Verde desde hace un año y medio. El otro, iniciado tres meses más tarde, dispone de un grupo de cinco contenedores más cedidos por Rubio Roca, a la avenida Sant Jordi y por dos años.
Lo que no se expandirá es la recogida neumática, implantada en la zona oeste y una parte del centro de la ciudad. El pleno de octubre del 2017 aprobó una revisión de precios con efectos del 1 de agosto del mismo año que marcaba que el precio fijo pasara de 127.524 euros a 129.150 y el precio por actualización y revisión de equipos, de 54.513 a 55.907 euros. En este sentido, la CUP volvió a poner entonces encima de la mesa, también, las molestias que el sistema genera donde se encuentra activo y que están relacionadas, en la mayoría de casos, con el desbordamiento de las bocas. Pellicer explica, sobre la recogida neumática, que es una opción que «tendría que evolucionar mucho para ser útil y, entonces, todavía sería más cara», y que «obliga a abrir calles para instalarse, tiene las bocas pequeñas, las bolsas revientan y no succiona a cada momento, pero genera un impacto enorme en el recibo». Por eso, «se dejará como está y, si en un momento dado las reparaciones no funcionaran, la» cerraríamos.