Unos 35 nuevos kilómetros cerrarán la red de carriles bici para recorrer Reus

Hasta 35 nuevos kilómetros de carril, con una inversión de 2,14 millones, conectarán los tramos existentes y crearán otros para dar forma a una red ciclable completa que permita circular por Reus en bicicleta de una manera «segura», pasando del espacio exclusivo a la convivencia con los vehículos de motor a medida que se aproxima el centro y «con una apuesta fuerte por la intermodalidad» a través del enlace directo con las estaciones de bus y tren. Así lo prevé el Plan Específico de la Bicicleta, que ve la luz dos años y medio después de que se constituyera la comisión encargada de sacarlo adelante, de la cual formaban parte todos los grupos municipales, técnicos de diferentes concejalías y entidades vinculadas a este ámbito como Bicicamp. La redacción del texto se había adjudicado a la consultora de movilidad Intra, Ingenieria de Tráfico SL, en enero del 2017 por un importe de 24.000 euros más IVA.

El documento dibuja una ciudad amable para los pedales –ahora hay 20 kilómetros de carril– pero donde la bicicleta copa sólo un 3% de la movilidad, analizará la puesta en marcha de un servicio de bicicletas públicas y contempla el desarrollo de medidas para luchar contra los hurtos. También prevé aplicar una política integral de la bicicleta en el consistorio e incrementar el turismo sostenible, entre los ejes principales. Se desplegará en tres fases a partir de este 2018: una de primera cargada de actuaciones más inmediatas, una segunda fase con intervenciones a medio plazo y una de tercera para ejecutar a largo plazo, más allá del 2020. El Plan Específico de la Bicicleta espera «entre 5 y 7 años de trabajo» hasta la implantación total, y requerirá «un esfuerzo por adaptarnos al nuevo papel de la bici», explicaba el concejal de Urbanismo, Marc Arza, en la presentación de las previsiones. Arza valoraba también este 3% de la movilidad e incidía en el hecho de que «aunque la cifra es muy baja, se ha triplicado en los últimos años».

Despliegue en tres fases

La primera fase tiene como objetivo mejorar las conexiones del centro con las grandes infraestructuras de movilidad como son la estación de bus y la de tren. Además, se actuará para no dejar itinerarios discontinuos y para «pacificar» las vías del centro. Está programado mejorar la seguridad de las zonas 30 –donde hay prioridad para bicicletas– con un refuerzo de la señalización, la creación de una zona de adelantamiento para bicicletas –señalización en la calzada, en esta primera fase, en los paseos Prim y Sunyer- o la autorización de circulación de bicicletas en los dos sentidos en vías en que el resto de vehículos sólo puede circular en uno. Esta incluirá tres proyectos que ya cuentan con dotación presupuestaria y que se ejecutarán este año por valor de unos 54.309 euros.

La segunda está orientada a trabajar las conexiones norte-sur de la ciudad creando vías con el Hospital y la zona universitaria de Bellissens. Implicará actuar en más de 5.600 metros de vía, con proyectos en la avenida de Prat de la Riba, calle del Doctor Robert, calle de Sant Joan, paseo de Misericòrdia, avenida de la Salle, avenida de Sant Bernat Calbó, calle de Closa de Mestres, Camino de Tarragona, avenida del President Macià, calle de Mercè Marçal, calle de Carles Riba, avenida de Josep Pla, avenida de Bellissens, calle de la Argentina, calle de Jaume Vidal y Alcover y calle de Bernat Desclot.

Finalmente, la tercera fase del despliegue del Plan Específico de la Bicicleta quiere pacificar las zonas residenciales de la periferia de Reus, así como continuar el carril bici del polígono Agro-Reus. Esta está acondicionada a la mejora de la permeabilidad de los itinerarios no motorizados con las grandes infraestructuras viarias y ferroviarias que rodean la zona de más densidad urbana. Es a largo plazo y prevé actuar en más de 10 kilómetros.

Disminuir la contaminación

El Plan Específico de la Bicicleta tiene como punto de partida el Plan de Movilidad Urbana de Reus que establece cinco líneas de trabajo que se han tenido en cuenta a la hora de elaborar las acciones a ejecutar: disminución de la congestión del tráfico en el centro histórico y mejora de la movilidad de los otros medios de transporte; aumentar la superficie y la calidad de la red vial dedicada a los peatones y a los ciclistas; promover el uso del transporte público, ofreciendo un sistema de transporte colectivo de calidad y competitivo con respecto a los desplazamientos en transporte privado; compatibilizar la oferta de aparcamientos con la demanda de rotación y de residentes y conseguir una distribución urbana de mercancías y productos ágil y ordenada; disminuir la contaminación acústica y atmosférica causada por el tráfico. Si se ejecutan las tres fases previstas dentro del documento, la capital del Baix Camp dispondría de una red ciclable completa.