Economia
El gobierno fija en 2019 el traslado del transformador del barrio Immaculada
Los presupuestos participativos ejecutan ahora el espacio de juego para familias y seis desfibriladores, programan pequeños proyectos este año y los grandes, el próximo año
Los 14 proyectos surgidos de los primeros presupuestos participativos de Reus, dotados con unos 750.000 euros, empiezan a tomar forma, todos ellos en diferentes fases de concreción, redacción, licitación o ejecución. El primero al llevarse a cabo será el espacio de juego abierto para familias previsto en el Centro Cívico Ponent y que se hará realidad «dentro de pocas semanas». Con una inversión de 5.000 euros, la concejala de Participación y Ciudadanía, Montserrat Flores, explicaba ayer que el nuevo punto tendrá la particularidad de «vincular juegos y juguetes» que, por sus características, no se pueden realizar y no encontrar habitualmente en los hogares, y representará una apuesta por promover «la relación entre las familias».
Otra de las iniciativas que «durante el mes de julio» se materializará es la que, con 16.200 euros, contempla la instalación de seis desfibriladores en los centros cívicos de Reus. «Por su complejidad», algunos de los proyectos grandes y más esperados, que responden a reivindicaciones, como el traslado del transformador del barrio Immaculada –que irá a la esquina de la calle de Immaculada y la calle de la Iglesia, no se impulsarán hasta el 2019. Esta intervención concreta, explicaba ayer al arquitecto municipal, Gabriel Bosques, «no supone simplemente mover este tipo de cubo de sitio sino que hace falta tener en cuenta que, en su interior, llegan muchas de las conexiones que alimentan el barrio». Por eso, habrá que actuar sobre las líneas y en este sentido se «está trabajando con Endesa», en un proyecto que contempla dejarse 100.000 euros y que implicará «el arreglo y recuperación del espacio que ocupa actualmente el transformador». Las obras se alargarán dos meses, mientras que la duración prevista para la redacción del proyecto tendría que ajustarse en un solo mes.
Durante el primer trimestre del próximo año está programada también la colocación de elementos adaptados para niños y niñas con movilidad reducida en diferentes plazas y parques de la ciudad –15 áreas y al menos una por distrito, con 100.000 euros en el global–, el arreglo del antiguo barranco del barrio Montserrat –con 91.000 euros–, y la creación de un parque para familias en el parque del Roquís –unos 150.000 euros– con una zona de juego y una de picnic con mesas.
La Vitxeta y Àngel Guimerà
El que sí que se hará este 2018, además del espacio para familias en el Centro Cívico Ponent y de los nuevos desfibriladores, es un puñado de proyectos de menor complejidad –los que se nombraron pequeños durante el proceso de votación para repartir los 750.000 euros de los presupuestos– que abarcarán diferentes ámbitos. Por ejemplo, la reordenación del espacio público de la Escuela La Vitxeta, donde se destinarán 49.000 euros para mejorar la funcionalidad, la seguridad y el confort de los usuarios, especialmente de los niños en horas de entrada y salida, ante el centro. También, con 45.000 euros, la remodelación del parque de Àngel Guimerà, que contemplará la eliminación de puntos oscuros, el cierre durante las noches y una zona de juego inclusivo tipo tenis mesa o similar, entre otros. El grupo lo completan la pavimentación de la plaza del Obispo Grau, el cierre de los jardines en torno a las plazas de la Fiesta Mayor y el séquito festivo, la mejora en la señalización de caminos del término, la iluminación de pasos de peatones en Països Catalans o una zona infantil en Monestirs y un parque en Montserrat.