Los nuevos vestuarios de La Pastoreta quedarán terminados en cuatro meses

Las obras de construcción de los nuevos vestuarios en el complejo deportivo de La Pastoreta se ejecutarán durante cuatro meses, finalizándose a tiempo para el inicio de las competiciones. Las tareas se han iniciado esta misma semana y se alargarán durante dieciséis semanas. Esta es una de las mejoras ofrecidas por la empresa adjudicataria de los trabajos, Gilabert Miró SA, que recorta el plazo de cinco meses contemplado en el proyecto inicial.

El presupuesto de las tareas para llevar a cabo el proyecto queda fijado, finalmente, en cerca de 230.000 euros. Con esta inversión se construirá un nuevo módulo al lado del actual, el cual acogerá dos vestuarios por equipos, uno para árbitros, y un almacén. Además, también se adecuará una nueva sala de calderas que sustituirá las actuales y suministrará agua sanitaria a la totalidad de la construcción. Esta sala será accesible desde el exterior del complejo deportivo, con el fin de mejorar la movilidad de los operarios y evitar que tengan que pasar por dentro de los vestuarios.

Este proyecto se puede hacer realidad después de que el Ayuntamiento aprobara, en el pleno del mes de abril, una modificación de crédito para sacarlo a concurso público. En una visita a las obras realizada este jueves, el alcalde Carles Pellicer recordó «por motivos administrativos se han retrasado las obras», ya que la primera licitación quedó desierta. Pellicer estuvo acompañado por el concejal de Deportes, Jordi Cervera, y para|por el portavoz del PP Sebastià Domènech, quien estaba al frente de la concejalía de Deportes cuando se inició el proyecto. «La propuesta para llevar a cabo estas obras la hizo el PP, ya que era un compromiso que tenía con el presidente de La Pastoreta», destacó Pellicer. Domènech también hizo posible, en el 2014, la construcción de un campo de césped artificial de fútbol 7.

En este complejo deportivo llevan a término sus actividades a la escuela de fútbol La Pastoreta, el equipo de fútbol americano Reus Imperials –de manera ocasional- y el Reus Rugbi Club. Precisamente, esta última entidad había sido una de las que más había pedido estas obras de construcción de nuevos vestuarios, en más de denunciar la falta de adecuación del espacio para la práctica del rugby.