Fomento estudia la viabilidad del futuro apeadero ferroviario de Bellissens

El Ministerio de Fomento se encuentra «a la espera de completar los correspondientes estudios para analizar la viabilidad técnica y económica del proyecto» del apeadero ferroviario de Bellissens después de mantener «conversaciones con el Ayuntamiento de Reus y la Generalitat» en relación en este ámbito, tal como precisan en el Diari Més fuentes del mismo Ministerio. Territorio, que presentó pocos días antes de la aplicación del 155 una propuesta doble con una alternativa valorada en 12 y otra en 15 millones de euros por la materialización de la infraestructura, ha remitido toda la documentación al gobierno español y está pendiente, según explican fuentes del Departamento, que el Ministerio «haga la tramitación para someterlo a información pública».

Con la forma que se previó inicialmente, el apeadero de Bellissens quedaría ubicado en un punto a 4,2 kilómetros de las estaciones de Reus y de Vila-seca, por dónde circulan las líneas RT1, R14, R15 de alrededores y el tráfico de mercancías, y ofrecería servicio 3.000 pasajeros al día, 2.500 nuevos y 500 que captaría de entre los actuales usuarios de las instalaciones del paseo Mata. El apeadero, entendido como estratégico por el desarrollo de la zona sur de la ciudad donde se localizan el Hospital Sant Joan, las facultades de la URV en el Campus Bellissens o FiraReus, preveía empezar a construirse en el 2019 y terminar las obras entre los años 2021 y el 2022. Todo ocupará un total de 200 metros donde los terrenos relativamente planos para admitir el paro de los convoyes de pasajeros.

La primera alternativa, la más costosa y que representaría una inversión de 15 millones –incluidas vías, edificio de la estación, acceso a la banda|lado de la URV y paso inferior–, contempla la modificación de la rasante ferroviaria, forzar el actual pendiente del 1,4% en la zona hasta el 1,5% y habilitar una vía provisional para el paso de los trenes durante los trabajos. Afectaría a un espacio total de 1.520 metros.

La segunda, la preferida por el Departamento de Territorio y también por el consistorio reusense «porque es más económica y fácil de encajar», abarca una longitud de 520 metros y mantiene a la actual rasante del corredor ferroviario para las mercancías –admiten pendientes de hasta el 3%– mientras que da lugar a dos nuevas vías para el paro de trenes de viajeros en el apeadero, uno a cada lado del corredor. Llevar a la realidad este dibujo supondría una inversión de 12 millones.

Independientemente de la forma que ruegue el apeadero, tendrá dos andenes laterales de 200 metros y un edificio a la confluencia de las calles de Josep Pla y Manuel de Pedrolo. En la banda oeste, la que da a la ciudad, la conexión entre el edificio y el andén se resolverá con una rampa, y los andenes comunicarán con un paso bajo las vías con escaleras y ascensor. Hay que ver ahora si el siguiente trámite, la redacción del proyecto constructivo del apeadero, al Ministerio lo hace sede o lo deja en manos de la Generalitat. La decisión en este apartado podría precipitarse este otoño.

El Ayuntamiento hace balance positivo

El alcalde de Reus, Carles Pellicer, mantuvo en julio una reunión con el subdelegado del gobierno español en Tarragona, Joan Sabaté, donde la materialización pendiente del apeadero de Bellisens fue una de las cuestiones encima de la mesa y que Sabaté se comprometió a trasladar a Fomento. En este sentido, fuentes municipales manifestaban ayer a este medio la «satisfacción» por el hecho «positivo» que Fomento haya empezado a hablar de la infraestructura y decían que «esperamos que, en otoño, una vez se haya decidido cuál alternativa se hará, se determine si a quien redacta el proyecto constructivo es la Generalitat o el Ministerio».