La mezquita repartirá porciones de cordero entre familias necesitadas

Entre 2.500 y 3.000 personas participaron ayer, en la mezquita As-Sunnah del polígono Granja Vila, en la oración delAid al Adha, la segunda cita más relevante del calendario musulmán después de la que marca el final del Ramadán. El portavoz de la Associació dels Musulmans de Reus i Comarca que gestiona el centro de la calle Tolerància, Mohamed Said Badaoui, explica que la llamada Fiesta del Sacrificio «no es única de la religión musulmana» y hace referencia al episodio «cuando Dios pidió a Abrahán, como prueba de fe, sacrificar a su hijo Ismael y, cuando este estaba a punto de hacerlo, lo paró y le entregó en su lugar un cordero. Nosotros creemos en el profeta Abrahán y, por lo tanto, conmemoramos esta fiesta».

La jornada se estructura en tres partes diferenciadas. A primera hora de la mañana, y desde la mezquita, «se realiza la oración, después hay un sermón, los que han asistido se felicitan entre ellos y, a partir de aquí, cada persona va al matadero donde ha pedido el cordero a recogerlo y se encarga de organizar varias comidas con la familia y amigos». El Islam establece que el animal tiene que dividirse en tres porciones, «una de las cuales es para quien lo ha sacrificado y su familia, otra es para los vecinos y amigos y la tercera porción se reserva para las personas necesitadas».

Sobre esta última, la mezquita impulsa una recogida para hacer llegar elAid al Adha «a las personas que, por motivos económicos, no han podido encargar el sacrificio del animal». As-Sunnah cuenta con cámaras frigoríficas habilitadas donde se deposita la comida mientras estas familias, incluidas en un listado que dispone la comunidad, lo recogen. «Los que quieren añadirse a eso y dar a la mezquita la parte del cordero lo hacen así, pero muy a menudo esta porción se da de una forma más directa porque ya se conoce alguien a quien le hace falta sin tener que pasar por la mezquita», añade Mohamed Said Badaoui.

Dispositivo en la calle Tolerància

La Guardia Urbana había desplegado ayer en la calle de la Tolerància, entre los números 1 y 14, la habitual señalización de cortes al tráfico para permitir la ocupación de la vía pública en este acontecimiento, multitudinario y que exigía un espacio adicional al de la propia mezquita. Por eso, la oración se pudo hacer en el exterior.