Infraestructuras
Hasta 3.000 vecinos se movilizan por la construcción del apeadero en Bellissens
La FAVR cerrará este mes de octubre la recogida de firmas iniciada hace un año y medio para exigir la materialización del proyecto
La recogida de firmas puesta en marcha por la Federación de Asociaciones de Vecinos de Reus (FAVR) para reclamar la materialización del proyecto del apeadero ferroviario de Bellissens alcanza un año y medio en marcha habiendo acumulado más de 3.000. El colectivo, que reúne ahora 29 entidades vecinales e integrará dos más en la asamblea del próximo mes de octubre, capta apoyos para hacer presión en el traslado a la realidad de una infraestructura que, tal como comenta Valentín Rodríguez, presidente de la FAVR, a Diari Més, «es una necesidad de ciudad que puede mejorar el día a día de muchísima gente». La iniciativa, añade Rodríguez, prevé plantar la mesa en una sola jornada más –que se fijará entre las fiestas de Sol i Vista, Joan Prim o de Misericòrdia- y quedará definitivamente cerrada el próximo mes de octubre, cuando les hará el recuento final de firmas.
La propuesta ha ganado empuje durante el verano, periodo en que una treintena de barrios del municipio se ponen de celebración y que la Federación aprovecha para instalar puntos informativos sobre este punto y sobre la lucha contra el «abuso» de las compañías eléctricas, una cruzada que ha sumado recientemente otras 3.000 rúbricas, según datos de la FAVR. Surgió en el marco del debate generado en la Taula pel baixador de Bellissens, reactivada a finales del año 2016 y reunida posteriormente dos veces, y que buscaba que la obra quedara incluida en los Presupuestos Generales del Estado del 2018. En enero, en la aprobación del programa de actividades para los siguientes 12 meses, la Federación se marcó el objetivo de continuar adelante con la recogida de firmas.
Cuando la iniciativa toque a su fin, en octubre, «todavía no sabemos dónde llevaremos las firmas ni de qué manera haremos la clausura de una reivindicación de que ha durado un año y medio y que ha sido una cuestión importante para la ciudad liderada por la Federación en un momento que faltaba un paso adelante», valora Rodríguez. La junta de la FAVR se reunirá la próxima semana para analizar el tiempo y forma en que las firmas son entregadas, y también su destinatario final.
En este sentido, tal como adelantó este rotativo, el Ministerio de Fomento se encuentra «a la espera de completar los correspondientes estudios para analizar la viabilidad técnica y económica del proyecto» del apeadero ferroviario de Bellissens después de mantener «conversaciones con el Ayuntamiento de Reus y la Generalitat». Rodríguez explica que, desde la Federación, al verano, «hemos estado haciendo gestiones para ver cómo estaba la cuestión y tratar de asegurar garantías para que entre a la lista de inversiones».
Hospital, URV y FiraReus
Con la forma que se previó inicialmente, el apeadero de Bellissens quedaría ubicado en un punto a 4,2 kilómetros de las estaciones de Reus y de Vila-seca, por dónde circulan las líneas RT1, R14, R15 de alrededores y el tráfico de mercancías, y ofrecería servicio 3.000 pasajeros al día, 2.500 nuevos y 500 que captaría de entre los actuales usuarios de las instalaciones del paseo Mata. El apeadero, entendido como a estratégico para el desarrollo de la zona sur de la ciudad donde se localizan el Hospital Sant Joan, las facultades de la URV en el Campus Bellissens o FiraReus, preveía empezar a construirse en el 2019 y terminar las obras entre los años 2021 y el 2022. Todo ocupará un total de 200 metros donde los terrenos relativamente planos para admitir el paro de los convoyes de pasajeros.
Dos alternativas
La primera alternativa, la más costosa y que representaría una inversión de 15 millones –incluidas vías, edificio de la estación, acceso a la banda|lado de la URV y paso inferior–, contempla la modificación de la rasante ferroviaria, forzar el actual pendiente del 1,4% en la zona hasta el 1,5% y habilitar una vía provisional para el paso de los trenes durante los trabajos. Afectaría a un espacio total de 1.520 metros.
La segunda, la preferida por el Departamento de Territorio y también por el consistorio reusense «porque es más económica y fácil de encajar», abarca una longitud de 520 metros y mantiene a la actual rasante del corredor ferroviario para las mercancías –admiten pendientes de hasta el 3%– mientras que da lugar a dos nuevas vías para el paro de trenes de viajeros en el apeadero, una a cada lado del corredor. Llevar a la realidad este dibujo supondría una inversión de 12 millones.