Benestar hace seguimiento a 20 personas sin hogar a través de un censo

Un total de 20 personas sin hogar que se mueven por Reus y reciben algún tipo de atención vinculada al municipio han sido inscritas a un registro unificado, impulsado por Benestar Social del Ayuntamiento como herramienta propia, que recoge y cruza datos personales, ubicaciones frecuentadas e intervenciones recibidas de diferentes entidades en que puedan encontrarse implicadas. En detalle, 7 de estas personas habitan directamente en la calle y se encuentran, por lo tanto, sin techo, mientras que las 13 restantes lo hacen en espacios considerados precarios. La cifra es fluctuante por la movilidad que, a veces, se da en estas situaciones y responde a la más reciente actualización del censo.

La base de datos interna se creó formalmente hace cerca de un año para sistematizar los servicios en este ámbito. Era parte del trabajo realizado antes de la jornada que, a abril y a Cal Massó, se programó para activar la red integral de atención a las personas en exclusión residencial, donde una docena de entidades sociales trabajan coordinadas con el Ayuntamiento. Una de las decisiones tomadas en aquel encuentro fue que la red se citara trimestralmente para perfilar acciones concretas sobre sensellarisme. La última reunión se celebró el 21 de junio, y sirvió para acordar que un educador social tome contacto con las personas sin hogar que se encuentran en el registro, así como hacer una intervención individualizada con una de ellas.

Más herramientas y nuevos métodos

La concejala de Benestar Social, Montserrat Vilella, concreta en el Diari Més que «aunque no hay muchas personas en esta situación y las teníamos localizadas», con «las herramientas de que disponíamos, no conseguíamos que salieran adelante y, además, preveíamos que, como cola de los años de crisis, teníamos que trabajar para evitar que algunas que estaban en contextos muy frágiles no acabaran en la calle». Por eso, «empezamos a utilizar la escala Ethos», que mide los grados de exclusión residencial y clasifica los casos en algunos marcos: sin techo, sin hogar, con vivienda insegura y vivienda inadecuada.

«Lo que veíamos», apunta a Vilella, «era que con quién habíamos trabajado más en la crisis más fuerte eran los que podían perder la vivienda, y aquí hicimos mucho trabajo. Sin embargo, todavía nos quedaba toda la cola. Con lo que ya estábamos haciendo no era suficiente y buscamos expertos». En este punto, la «Fundación Arrels nos hizo una sesión, recogimos todas las entidades de la ciudad que, de una manera u otra, trabajamos en este ámbito y que lo hacíamos ya un poco en red pero sin nombre, y recibimos orientación sobre herramientas y manera de hacer». Fue a partir de eso que se pusieron en marcha diferentes acciones, entre los cuales el primer recuento de personas sin hogar, que se realizó en el 2016 y donde participaron más de 100 voluntarios. Y se arrancaron proyectas como el #HomelessEntrepreneur liderado por Andrew Funk y que, desde febrero de este año, trata de mejorar la vida de un joven reusense con una metodología innovadora.

También cogió forma, tal como se la conoce ahora, la red integral de atención a las personas en exclusión residencial. Las reuniones que esta lleva a cabo tienen «dos objetivos importantes», valora Vilella: «en primer término, mantener este registro unificado y, en segundo, trabajar, conjuntamente, caso por caso, haciendo cosas nuevas o diferentes y dar posibilidades para que las personas salgan de esta situación».

La red comparte los datos de las personas en el censo para optimizar la atención y ha acordar realizar regularmente, en este sentido, recorridos por el municipio. De cara al próximo invierno, difunde las indicaciones a seguir, por parte de las diferentes entidades, ante olas de frío o días de muy bajas temperaturas. Y reforzará, en la misma línea, el protocolo a seguir cuando se da una situación de emergencia.

Proyecto ‘Housing First’

Reus forma parte del proyecto piloto Housing First , gestionado por la Agencia de la Vivienda y relacionado con la estrategia integral para el abordaje del sensellarisme que quiere desplegar Cataluña. Lo hace en un segundo grado en que la Generalitat analiza los sistemas utilizados en el municipio para establecer una aproximación a los recursos, equipamientos y servicios necesarios en el territorio.