Medio ambiente
Llamamiento para rescatar un caballo que fue estrella de la doma clásica
Recogen fondos para llevar el animal de una finca de Reus a Roquetes y ‘jubilarlo’
El Club Ecuestre Las Ilusiones, con sede en Roquetes, ha iniciado una campaña de recaudación de fondos para rescatar a Richman, un «caballo de 19 años que ha competido hasta los 16 en la doma clásica, donde era muy bueno» y que fue «abandonado» cuando dejó de tener buenos resultados. Entonces, una persona lo recogió y lo ha mantenido un tiempo en una finca de Reus pero ya no se puede seguir haciendo cargo.
La Ilusiones busca 300 euros para los gastos del traslado desde la capital del Baix Camp a unos terrenos de tres hectáreas en Roquetes donde, explica la propietaria del club, Sarah Tepass, podrá tener «una segunda vida». Los fondos, apunta Tepass, servirán para cubrir la atención veterinaria que el animal necesita, su manutención durante un periodo de recuperación y el combustible para moverlo de lugar. El club ya ha encontrado el vehículo para poder hacer el trayecto, que se realizará a principios de semana. La recaudación está activa a través del perfil de Facebook del Club Ecuestre Las Ilusiones.
Una vez el caballo se encuentre del todo en buenas condiciones, concreta Tepass, «lo que haremos es buscar a algún particular que lo quiera, que lo tenga aquí o bien que disponga de un espacio adecuado, pero que nos permita hacer el seguimiento del estado del animal». Esta última es una condición «sin la cual no lo damos nunca porque no volamos que ningún caso derive en un nuevo abandono». Desde que iniciara su actividad en Roquetes, ahora hace un año y medio, el club ha recuperado «3 o 4 caballos», en este espacio donde el rescate se compagina con el pupilaje y rutas. Más allá del dinero, Las Ilusiones hace un llamamiento para recibir pienso, paja, alfalfa, avena, mantas y cuerdas, entre otro material vinculado a los caballos.
Abandonos en el campo
La propietaria del club lamenta que «es frecuente que este tipo de caballos se abandonen en el campo o se lleven al matadero cuando sus amos piensan que ya no sirven» y recuerda que «existen opciones para la jubilación de los caballos donde, pagando una cuota, hay centros que se hacen cargo y el animal acaba de tener una vida digna». En la situación particular de Richman, como también en la de otros, «el veterinario tendrá que hacer la revisión pero es posible que aparezca algún problema digestivo o similar».
Hoy, añade Tepass, «prácticamente cada particular que tiene un trozo de finca tiene también un caballo, pero casi siempre cometen muchos errores que el animal acaba pagando por una mala dieta o, simplemente, para no conocer el manejo o darse cuenta de que necesita agua fresca y no de un bidón, una dieta equilibrada, una buena higiene bucodental y unas patas sanas». A veces, «tampoco saben el gasto que supone tener un caballo en buenas condiciones y cada vez vemos más en estado crítico».