Lleó petit: la ilusión de los niños pesa 30 kilos y hace más de 2 metros de altura

En plena cuenta atrás para su puesta de largo, el Lleó petit, ya terminado, espera en el taller de Manel Llauradó. Por las manos del escultor ha pasado, también estos días, el padre de la nueva bestia, para hacerse algunos retoques en la pintura antes de la gran cita, el 22 de septiembre. La Mulasseta y la Àliga petita serán los padrinos del nuevo elemento. El Lleó petit pesará unos 30 kilos y hará un poco más de dos metros de altura. Tiene una apariencia juguetona, con media sonrisa en la boca, las orejas afiladas y un pelaje fino, en las mismas tonalidades que el Lleó. Será todo de color dorado y con un manto donde lucirá el escudo de la ciudad. La pieza será llevada interiormente por dos personas. La colla del Lleó ha guardado en secreto, y lo hará hasta el último día, el aspecto definitivo de la bestia, que no se ha mostrado de manera pública.

El precio del proyecto, incluida la corona que diseña la joyera Siat Sans –y con aportación de La Fira Centre Comercial-, roza los 15.000 euros. Se ha financiado, entre otros, con la venta de camisetas estampadas con una imagen ideada por Aina Martín y que acompaña el Lleó petit en este periplo. La cita, en la plaza del Mercadal a las 11.30 del mediodía y un poco antes por las calles del centro, ha levantado una gran expectación y es una de las más esperadas de la programación de Misericòrdia 2018.

El Lleó petit lo llevarán una treintena de niños de entre 8 y 12 años que han pasado las últimas semanas ensayando de lo lindo para hacerlo, y se mueve con dos personas en el interior. La ropa será una réplica de la que llevan los portadores del Lleó y la música está todavía pendiente de adaptarse para ser más corta. Cuatro músicos, un timbal y tres grallas pondrán ritmo a la bestia. En detalle, se trata de Marc Sabater, Ramon Tella, Lluc Rehues y Albert Sans. Los cuatro interpretarán una adaptación de la música del Lleó, que ha sido realizada por Daniel Carbonell, y que ha consistido en «bajar claves» en las partituras originales. La música será más corta, teniendo en cuenta que los portadores del Lleó petit son niños. El grupo estará vinculado al del Lleó –una bestia amada y que ha tenido que ver en esta capacidad de atracción de su réplica pequeña– pero no formará conjunto.

Hasta 10 meses y 12 horas diarias

El proceso de creación del Lleó petit arrancó en noviembre con la confección de la maqueta y ocupaba, desde principios de julio, doce horas de dedicación diaria de Manel Llauradó. Hasta llegar aquí, unos 1.000 kilos de barro para modelarlo y cuajar un molde de yeso que dejó el perfil desnudo del nuevo elemento elaborado en resina y fibra de vidrio, antes de poner los ojos, el sistema de la corona, colocó la estructura interior y lo pintó.

El trabajo «ha sido rápido porque no hemos dudado», explicaba hace pocas semanas Llauradó, que destacaba «el aspecto de cachorro y la diferencia en el pelaje», menos espeso, de la criatura. También unos días atrás, el cap de colla, Josep Lluís Rius, se mostraba «satisfecho y muy ilusionado también por las críticas positivas que hemos recibido desde que empezamos con eso». La de Misericòrdia será la última vez que Rius salga con el Lleó, una vez tomada la decisión de apartarse de la primera línea de la fiesta en que ha participado activamente 25 años.