Otorgan el título de Hija Adoptiva de Reus a la ceramista Neus Segrià
El artista recibe el título en el marco de los Guardons de la Ciutat, que destacan entidades «por la ilusión y el alcance de su tarea»
«Siempre he sido de suerte a la vida. Tengo 87 años y tengo unos recuerdos extraordinarios de Reus», explicaba ayer a la ceramista Neus Segrià (Tarragona, 1931) en el momento de aceptar el título de Hija Adoptiva de Reus, en el transcurso de la entrega de los Guardons de la Ciutat que dan inicio en las fiestas de Misericordia. Antes, Jordi Agràs se había referido a ella, en una emotiva glosa, como «una gran embajadora» de la ciudad y que «merece ser plenamente reconocida como una RTV, que es lo que es a pesar del hecho anecdótico de haber vivido los primeros meses en la ciudad de Tarragona donde nació».
Segrià, que recibió emocionada el reconocimiento «a su trayectoria excepcional, la dilatada actividad expositiva y la dedicación a la docencia», planteaba su vida como «una escalera de gato donde una cuerda ha sido el trabajo y la otra la amistad». Y decía que «mi amor a la cerámica es lo que procuro mostrar a todos los que vienen a mi taller», en la calle Balmes. Un retrato de ella, obra de Alícia Grau, se incorporará a la galería de Hijos Ilustres.
Medallas centenarias
El Ayuntamiento de Reus ha otorgado la Medalla de la Ciudad a tres entidades que celebran su centenario. La primera, el Reus Ploms, por «la trayectoria deportiva y asociativa» y «por la consolidación de un proyecto de práctica deportiva». El galardón pasó a recibirlo al presidente, Isidre Guinjoan, quien sucedía la intervención de Josep Maria Pagès donde este recordaba que «el Ploms, más que un club es historia de Reus» y se preguntaba «cuántas parejas de reusenses se habrán formado en las verbenas». La misma distinción la recibió Reus Foment Empresarial «en reconocimiento a la actividad gremial proporcionando la legítima defensa a los intereses de las empresas». El presidente, Jaume Bastista, agradecía en su intervención, después de que hablara Isaac Sanromà, «el esfuerzo de las personas que de forma altruista se dedican al desarrollo del mundo empresarial». La presidenta del Orfeó Reusenc, Esther Cos, recogió la Medalla de la Ciudad que se entregaba al entitat«ser un referente cultural y social». Y apuntó, después de unas palabras de Francesc Escoda, que los Guardons de la Ciutat tendrían un lugar en el corazón del Orfeó, muy presente en el acto.
Otras cuatro entidades tuvieron una Mención Honorífica Municipal. Son la Cofradía de Sant Josep i Sant Jaume, por «su tarea de fomento de las tradiciones religiosas que forman parte de las celebraciones tan arraigadas a la Semana Santa» y «por el 75º aniversario de la creación»; la Asociación de Mujeres Blanca Almendro, «en reconocimiento a la tarea en el mundo asociativo y, de manera especial, en el barrio Gaudí» y porque hace 25 años; la Cofradía de la Mare de Déu de l'Amargura, «por la actividad vinculada a la Semana Santa y por los 25 años de la vinculación en El Cachirulo con la participación de la Cofradía Nuestro Padre Jesús del Nazareno de Calanda»; y la Escuela Puigcerver, «en reconocimiento a su tarea educativa» y por el «50º aniversario de su creación».
El alcalde de Reus, Carles Pellicer, puso en valor «el reconocimiento que la ciudad ofrece a las personas y entidades que se distinguen por el rigor, la ilusión y el alcance de su tarea» y habló de la de ayer como «una ocasión especial para destacar la fuerza de la ciudad y de la voluntad de hacer aportaciones al bien común y a la convivencia. Y a la construcción de una ciudad abierta al diálogo y con valores democráticos».