La división interna de la PAH afecta a su relación con las instituciones reusenses

Sandra Casanova y Soraya Serrano, acompañadas, de otros miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Reus, quisieron hablar ayer del estado de la entidad y de la relación que tienen con el Ayuntamiento de Reus actualmente.

La PAH es una entidad que no se organiza de manera oficial, no tiene junta, ni cargos, ni portavoces, ya que se trata de una organización que surgió de una necesidad popular y que se dedica a la acción directa, hecho que la caracteriza. Precisamente esta falta de roles marcados dentro de la entidad, es la que ha generado tensiones dentro de la plataforma en Reus.

Desde hace unos años, la PAH ha sido representada delante del Ayuntamiento de Reus, y en especial de la concejalía de Bienestar Social, por Magda Martínez, a quién desde el consistorio consideran una interlocutora válida para representar la entidad en la ciudad. Pero algunos miembros de la PAH, no están de acuerdo con la forma en que Martínez gestiona la relación de la plataforma con las instituciones reusenses. Algunos de estos miembros de la entidad quisieron hablar ayer con este medio, para explicar la situación actual, y el rumbo más activo y combativo que quieren que coja la PAH en Reus, para «defender el derecho a la vivienda de las personas más vulnerables».

Según este sector de la PAH, representado por Sandra Casanova y Soraya Serrano, aunque ellas mismas aseguran que no hay un portavoz único, y que todos los miembros de la plataforma tienen la misma importancia, comentaban que la asamblea de la PAH de Reus, había expulsado a Magda Martínez de la entidad, y que posteriormente, se habían intentado reunir con la concejala de Bienestar Social en el Ayuntamiento de Reus, a Montserrat Vilella, para hacerle saber la nueva situación de la entidad. Según su versión, desde el consistorio no aceptaron este cambio, y les hicieron saber que no los consideraban representantes de la plataforma.

Este sector de la PAH, exige al consistorio reusense, del cual declaran que hace «mala gestión» que los reconozca como interlocutores.

Magda Martínez, por su parte, tampoco da apoyo a la versión de Casanova y Serrano, ya que afirma que no ha habido ninguna asamblea en que se haya votado expulsarla de la entidad. Martínez, afirmó que se trata de una división que se tiene que gestionar de manera interna.