Los derribos del Carme empiezan la próxima semana y durarán 4 meses
El Incasòl ha adjudicado, por 284.500 euros, las obras para tirar al suelo 7 edificios que dejarán paso a un proyecto de vivienda social
Las esperadas obras de derribo que tienen que hacer desaparecer siete edificios pendientes de demolición en el barrio del Carme acaba de adjudicarlas el Incasòl, por un importe de 284.543,60 euros IVA incluido, a Construcciones y Desmontes Ribera Navarra SA. Desde la misma empresa precisan al Diari Més que, pendientes del volumen de trabajo que pueda sobrevenir a lo largo de estos días, la previsión es que la intervención en Reus arranque la próxima semana. Los trabajos tendrán, según detalla el pliegue que rigió la licitación, una duración aproximada de cuatro meses. Y dejarán paso, muy probablemente y a la espera de las negociaciones que ahora mantienen Ayuntamiento y Generalitat, a un nuevo proyecto de vivienda social. Las promociones de este tipo en la ciudad registran actualmente una ocupación del 100%.
El concejal de Urbanismo, Marc Arza, explica que «desde el gobierno de Reus estamos muy satisfechos que la Generalitat haya adjudicado finalmente las obras de derribo, porque confirma el compromiso de los dos gobiernos de dar continuidad a la transformación urbanística y social del barrio del Carme». «El derribo de los inmuebles permitirá esponjar el barrio con una nueva trama urbana, y tiene que permitir hacer realidad el nuevo proyecto de vivienda social que, conjuntamente, estamos trabajando con el Departamento de Territorio y Sostenibilidad», concluye. Este paso empezaría a ofrecer solución a una de las problemáticas que ponía de relieve la semana pasada el grupo municipal de la CUP, y que apuntaba la falta de vivienda pública en el municipio, que cuenta con 160 pisos de este tipo, todos ellos ocupados.
En concreto, los bloques que se demolerán son los localizados en las calles Sant Jaume 26, Sant Jaume 22-24, Closa de Freixa 1, Closa de Freixa 1ª, Sant Benet 7-5-3, Sant Benet 1 y Sant Francesc 13. La inversión para borrarlos del barrio del Carme está programada en dos anualidades. Un total de once empresas habían contribuido al proceso de licitación que el Incasòl puso en marcha un tiempo atrás. El mismo Incasòl había recibido el invierno pasado la pertinente licencia, por parte del Ayuntamiento, para ejecutar los trabajos. La idea inicial, con respecto al desarrollo del derribo, pasa por realizar el máximo de obra a mano, con carga en camión a máquina y transporte en el vertedero. Los trabajos incluyen, tal como detalla la documentación vinculada a la obra, el desmontaje de la cubierta de los edificios y de todo el interior. No se desmontarán ni se derribarán, de entrada, cimientos.
La obra servirá para poner fin a cuestiones relacionadas con las ocupaciones ilegales, la proliferación de palomas y otras plagas o la acumulación de suciedad en los inmuebles y su entorno. En el interior de los bloques, de hecho, se pueden apreciar ahora restos de ropa y mobiliario de haber habitado allí y también espacios muy afectados por la acción de las aves.
Un aire similar al de la Patacada
Los trabajos también comportarán abrir paso entre las calles Sant Jaume i Closa de Freixa. Arza explicaba hace unos meses que, una vez consumados los derribos, el consistorio se plantea «a corto plazo, ampliar el espacio de aparcamiento» de zona azul en Closa de Freixa. Y a medio plazo es también nuestra voluntad, sea con inversión de la Generalitat o del Ayuntamiento, que aquí empiece a haber promoción de vivienda pública». La intención, a grandes rasgos, pasa por dar en esta área un aire similar a lo que ha tomado la plaza de la Patacada, reconvertido en «un espacio moderno y que esté integrado en el barrio».