«Me gusta romper los estereotipos de la magia clásica»

—Esta está siendo una semana muy especial.

—Sí, celebro que haré 500 actuaciones desde que subí por primera vez al escenario como mago profesional. Y, como eso pasó en el Bravium Teatre, me hace mucha ilusión estrenar mi nuevo espectáculo en este mismo lugar.

—¿Recuerda cómo fue aquella primera actuación?

—¡Y tanto! Fue con la asociación AMIC, y recuerdo que entre otros hice un número con unas luces azules y un bastón que volaba. Me hace mucha ilusión que los magos que me vieron empezar y que me ayudaron ahora puedan venirme a ver.

—Este sábado pasado también ha sido la estrella de la Fira de Màgia al Carrer de Montgai.

—Sí, presenté este nuevo espectáculo, agotando las entradas, y como el Espectacle Estrella de Montgai Màgic, con motivo de los diez años de la feria. También ha sido muy emocionante, porque la primera vez que fui era un niño y allí había muchos de mis referentes en el mundo de la magia. Soñaba que un día quizás haría el espectáculo estrella, y se ha hecho realidad.

—¿Se le acercan niños y jóvenes, para preguntarle cómo se tiene que hacer, para ser mago?

—Muy a menudo. Me preguntan como pueden empezar en el mundo de la magia o si he ido a una escuela de magos. Yo les explico que me he formado mirando muchos vídeos, leyendo libros y viendo muchos y muchos espectáculos, porque te dan la oportunidad de ver como es la magia que te gusta.

—¿Qué tipo de magia le gusta más?

—Me gustan todos los tipos de magia, pero a la hora de ejecutarla, me decanto por la magia de las grandes ilusiones, cortar a una persona por la mitad, hacerla aparecer o desaparecer... La magia de cerca me gusta más mirarla que hacerla.

—¿Cuál han sido sus referentes a la hora de formarse?

—He mirado mucha magia, pero los espectáculos que más me han sorprendido y que son más del estilo que me gusta son los del Mag Lari, que es el mejor, y el Mag Edgard, que ha sido para mí un maestro y padrino. He podido ir de bolos con él y he aprendido muchísimo.

—Estas 500 actuaciones le deben haber servido también para ganar ‘tablas’ sobre el escenario. ¿Cuáles son los grandes aprendizajes que ha hecho?

—Sobre todo he aprendido mucho el dominio de los tempos, porque mis espectáculos son de magia visual y musical, no hablo, sino que sólo transmito mediante los gestos, con el juego y la historia que hay detrás. Otra cosa que he aprendido es a actuar en escenarios de todo tipo. He hecho espectáculos a pie plano, con el público a un metro de distancia, y espectáculos para 6.000 personas en Salou en el marco de las Nits Daurades. Eso también te forma mucho. También quiero decir que, sin mi ayudante de escena, Jordi Nadal, que lleva seis años conmigo, nada sería igual.

—¿Cree que el hecho de ser tan joven le permite dar una mirada diferente a la magia clásica?

—Yo estoy bastante en la línea de romper los estereotipos de la magia clásica, como lo hacen el Mag Lari o el Mag Edgard. Mipartenaire, por ejemplo, no es la típica chica que llama la atención, sino que sobre el escenario somos dos amigos que hacen magia.

—¿Cómo será el espectáculo que estrenará en el Bravium este sábado?

—Muy visual. Apuesto mucho por la iluminación porque me gustan mucho los efectos de luz y los efectos especiales. Con respecto a la magia, hay dos o tres juegos muy potentes, y una selección de juegos clásicos pero enfocados desde una perspectiva diferente a la manera que la gente está acostumbrada. Es una hora de magia seguida, sin descanso, apta para todos los públicos, y que pasa muy rápidamente.