Josep Baiges i Jordi Romero. Autor e ilustrador del libro 'Fot-li que és de Reus':
«Hemos retratado gente de hoy, personas que te encuentras por Reus tomando un café o en el trabajo»
El periodista y el grafista reusenses hacen un retrato literario y visual de ‘100 Ganxets i Ganxetes per donar i vendre’
—El origen de este libro lo encontramos en el muro de Facebook de Jordi. ¿Cómo pasa de la pantalla al papel?
—Jordi Romero (J.R.): Yo tenía la costumbre de publicar grafismos relacionados con la actualidad. Con ocasión de la Ganxet Pintxo, se me ocurrió dibujar a un señor con la barriga muy grande, y lo bauticé como el ‘Ganxet panxut’. Después fui haciendo otros ganxets anónimos, como el Ganxet planxat o el Ganxet enganxat, hasta que un día empecé a hacer siluetas de ganxets con nombre y apellido, reusenses populares. Cuando tuve un número considerable pensé que sería interesante publicarlos en un libro, pero necesitaba a un periodista que hiciera los textos.
—Aquí es donde entra Josep.
—Josep Baiges (J.B.): Sí, enseguida vi una gran potencialidad. Me pareció un proyecto muy interesante, porque yo siempre había querido hacer a un ‘Quién es quién’ de Reus. Yo tengo un blog, ‘El Món de Reus’, donde me gusta situar a los personajes de una manera muy familiar y próxima, y cuando Jordi me explicó lo que quería hacer, me sentí muy cómodo.
—El libro describe 100 ganxets y ganxetes. ¿Cómo hicieron la selección de los protagonistas?
—J.R: En un principio fuimos haciendo, porque no sabíamos cuántos necesitábamos. Cuando la editorial nos pidió 100, escogimos los que teníamos más acabados.
-J.B.: Mucha gente nos pregunta por qué hemos escogido estos 100 y no otros, pero ha sido un poco fruto de las circunstancias. Primero nos pareció que no llegaríamos, pero al final, como era de esperar, hemos visto que nos quedamos cortos. Ahora tenemos casi 300, y ya estamos pensando en un segundo volumen. De hecho Jordi ya los ha empezado a dibujar. Ahora que ha salido el libro, hay gente que nos sugiere personas, o que nos pide que, si hacemos otro libro, valoremos su ‘candidatura’. Eso nos gusta mucho porque quiere decir que el producto ha gustado y que la gente tiene ganas de ver los retratos.
—Agrupan a los protagonistas por el hecho de ser Ganxets o Ganxetes, pero hay una buena pila que no han nacido en la ciudad.
-J.B.: Sí, y encuentro que eso es lo más bonito. Al final, es aquello tan comentado de que Reus engancha, y el libro no deja de ser un reflejo. Hay mucha gente que, sin ser de Reus, o sin ser RTV [Reusenc de Tota la Vida], contribuye a hacer ciudad, a veces incluso desde el anonimato. Por otra parte, también queríamos huir del reusense ilustre, no estan por ejemplo ni Sergi Roberto ni Andreu Buenafuente.
—J.R: Tampoco hemos ido a buscar personajes difuntos, como el General Prim, porque la lista sería interminable, sino gente de hoy, que te la encuentras en la calle, tomando un café, o en el trabajo.
—En el prólogo del libro, Marta Magrinyà describe su trabajo como un ‘Mapa de la geografía humana local’. ¿Hasta qué punto creen que Reus es una ciudad definida por su gente?
-J.B.: Reus es una ciudad, que, si por ejemplo la comparas con otros, incluso por su enclave es extraña. Se encuentra en un entorno que, a nivel natural, no es demasiado privilegiada, y en este sentido resulta incomparable por ejemplo con Tarragona. Pero tiene un activo, que es su gente, y que explica muchas de las cosas que han pasado en la ciudad a lo largo de su historia.
—J.R: Yo pienso que este libro no se habría podido hacer con la misma intención en Tarragona, porque Reus tiene un valor ligado a las personas que viven allí, un reusenquisme muy arraigado que quizás en otras ciudades, como la misma Tarragona, no encontraríamos.
—Además de este juego del ‘Quién es quién’, el libro también es un retrato de los protagonistas escrito desde un punto de vista muy personal.
-J.B.: Sí, queríamos huir de hacer un currículum. Jordi me hizo notar que, por ejemplo, hablando de Josep Maria Martí, no había dicho que tiene un premio Ondas. Pero lo que quería era explicar cosas que permitieran identificar al personaje y que el lector acabara entendiendo como es. Quizás los detractores dirán que el libro es un producto azucarado, pero a mí me gusta hablar bien de la ciudad y de su gente.