Bienestar
El juzgado investiga la muerte de un abuelo en la residencia Marià Fortuny
Instrucción número 2 ha reabierto las diligencias a raíz de la denuncia de la familia y ha pedido informes y documentación a Sagessa
El Juzgado de Instrucción número 2 de Reus ha abierto diligencias por la muerte de un abuelo, el pasado junio, en la residencia geriátrica Marià Fortuny, tal como precisan fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) a Diari Més. El mismo juzgado recibió, en funciones de guardia el día 14 de junio, el aviso de la defunción de una persona mayor en el centro, que está gestionado por Sagessa, e inició movimientos. Dos días más tarde, el 16, dictó auto de sobreseimiento provisional. La familia, sin embargo, se ha personado recientemente al procedimiento, tal como detallan las mismas fuentes, y eso ha generado que, este 18 de septiembre, Instrucción 2 haya acordado reabrir las diligencias. De momento, sin embargo, y tal como concretan desde el TSJC, no hay nadie en calidad de investigado ni se ha concretado ningún delito. Fuentes de Sagessa consultadas han declinado pronunciarse sobre esta cuestión mientras está siendo investigada.
El procedimiento judicial ha paralizado ahora el expediente que había abierto, en verano, la Generalitat para aclarar las circunstancias en que la muerte se produjo, apuntan fuentes del Departamento del Trabajo. La Generalitat ya confirmó en aquel momento, que el suceso, el cual avanzó este rotativo, tuvo lugar a raíz de un «accidente», pero no precisaba de qué manera este se dio ni tampoco si tendría alguna relación con las medidas de seguridad que se estuvieran aplicando o no al equipamiento.
Sin confirmación oficial, el abuelo se habría caído escaleras abajo mientras esperaba en el rellano de una de las plantas de la residencia, que está integrada en el edificio del CAP Marià Fortuny. Según parece, la silla de ruedas en la cual iría sujeto el abuelo –quien tendría movilidad limitada– habría resbalado por los peldaños por motivos que todavía se desconocen. El usuario habría sido entonces trasladado al Hospital Sant Joan de Reus, a raíz de las heridas sufridas en la caída. Fuentes próximas al caso aseguran que las medidas de protección de la escalera podrían no ser las óptimas para responder ante una situación como la que se habría dado. Muchas residencias para personas mayores acostumbran a proteger los tramos de escalera con vallas de seguridad, de aspecto similar a las barreras infantiles que pueden instalarse en los hogares.
Expediente paralizado
La última visita del Servicio de Inspección, antes de la muerte del abuelo, la había recibido a Marià Fortuny en enero de este mismo 2018. A raíz de los hechos, se realizó una nueva para «hacer un seguimiento especial» de la situación de las instalaciones. Inspección se encontraba pendiente entonces, valorar, «la posibilidad de iniciar acciones sancionadoras» contra la empresa gestora de la residencia. Desde Trabajo explicaban ayer que el expediente puesto en marcha en junio avanzará una vez se tenga una decisión judicial o el procedimiento se archive, ya que este prevalecería sobre la resolución administrativa que pueda haber.
En Sagessa, también en verano, se limitaban a asegurar que «desde el centro», el cual mantenían que «cumple con todas las medidas de seguridad establecidas por el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias», en aquel momento «se estaban estudiando las circunstancias de este accidente fortuito».
El edificio abrió en el 2015
La residencia de abuelos Marià Fortuny, ubicada en la calle Escultor Sunyol del barrio Fortuny, se levantó en el 2010 pero no se inauguró hasta el 2015. Su puesta en marcha estuvo vinculada a la revocación, por parte de la Generalitat, del convenio que mantenía 20 plazas públicas en la residencia de abuelos Aljesa Vallmoll de Alforja. Los 20 usuarios de Alforja se trasladaron a Marià Fortuny para estrenar el equipamiento. Sagessa lo presenta en su sitio web como «pensado para personas mayores con algún tipo de dependencia, que necesitan recuperarse y requieren de apoyo para desarrollar las actividades de la vida diaria.»
El servicio de residencia se encuentra integrado en el edificio del Centro de Atención Primaria Marià Fortuny, dando lugar a un CAP similar al que acoge la residencia de Horts de Miró, que se queda pendiente de entrar en funcionamiento. En el 2016, la segunda planta quedó ocupada para hacer el pleno de la capacidad, con una sesentena de usuarios.