El gobierno de Reus prorroga los presupuestos y congela las ordenanzas fiscales

Reus entrará en el 2019 con los presupuestos municipales prorrogados y las ordenanzas fiscales, por cuarto año consecutivo, congeladas. La decisión, tomada por el gobierno municipal, la anunció ayer el concejal de Hacienda, Joaquim Enrech, que precisó que este segundo punto implica que «no se subirá ningún impuesto» a la ciudadanía. Enrech insistió en la consideración que «la buena gestión económica» permite hacer el paso, que se consumará de manera automática el 1 de enero y que «beneficia a los reusenses y mantendrá la buena salud de las finanzas municipales». Y destacó la voluntad de preservar la «atención a las personas» y el «estímulo de la actividad económica» como dos de los grandes puntales del mandato. La comparecencia del concejal de Hacienda se produjo en el desenlace de una reunión de gobierno para abordar este ámbito y cogió por sorpresa los grupos municipales en la oposición, con los que no se ha abierto ninguna vía de diálogo dentro del mismo campo porque «no podemos y no queremos perder el tiempo» delante su «evidente y demostrada falta de voluntad de acuerdo».

Con respecto a los presupuestos municipales, la decisión de prórroga llega después de que el alcalde de Reus, Carles Pellicer, se sometiera anteriormente dos veces, en el 2017 y este mismo 2018, a sendas cuestiones de confianza vinculadas a las cuentas para poder aprobarlos. El mecanismo puso dos veces seguidas en manos de la oposición la posibilidad de plantear una moción de censura e impulsar una candidatura alternativa que hiciera caer al alcalde. Pero la imposibilidad de acuerdo entre los grupos –CUP, PSC, Cs y PP- hasta alcanzar una suma ganadora mantuvo Pellicer al cargo y facilitó en ambos casos unos nuevos presupuestos.

Límite de la cuestión de confianza

La ley electoral limita las cuestiones de confianza a un máximo de dos por mandato y alcalde, ya consumidas, y, por lo tanto, descartaba esta opción para Pellicer de cara al 2019. La última vez que el gobierno aprobó unos presupuestos municipales a través de una votación, dentro de este mandato, fue en el 2016.

Enrech aseguraba ayer que, en el momento de sacar adelante las cuentas del 2018 no se hizo pensante» en la opción de poder prorrogarlos en el 2019 «sino en el momento en que entonces nos encontrábamos». Sobre la relación con los grupos en la oposición, insistía en que «no hay muestras que nos hagan creer que nada ha cambiado. Las cosas tienen nombre y no tenemos que perder el tiempo y hacer perder el tiempo a nadie. La situación es la que es». El concejal de Hacienda destacaba, con todo, que, en la trayectoria del equipo que lidera Carles Pellicer en el Ayuntamiento de Reus, «hemos sido capaces de reducir en 200 millones el endeudamiento, hemos mejorado el plazo de pagos a proveedores, hemos aumentado las ayudas contra la pobreza energética, las becas comedor, las ayudas a las entidades que se dedican a la práctica deportiva». Los presupuestos municipales contemplarán de nuevo, al ser prorrogados, un año completo de gestión del Hospital Sant Joan, a pesar de la previsión que el futuro consorcio pueda ponerse en funcionamiento antes de acabar en el 2018.

En relación a las ordenanzas fiscales, el gobierno destaca que no se ha aumentado la presión fiscal sobre la población en los últimos cuatro años, un tiempo donde se han hecho únicamente modificaciones puntuales.

Con las elecciones municipales de mayo del 2019 ya a la vista, la prórroga de los presupuestos y las ordenanzas fiscales no tendría por qué alargarse todo el ejercicio. Más allá de la herramienta que plantean las modificaciones de crédito, en cualquier momento del curso resulta posible activar negociaciones para confeccionar unas nuevas cuentas o para aplicar modificaciones a las ordenanzas fiscales.

La CUP informará a los ciudadanos

Ninguno de los grupos en la oposición conocía la intención del gobierno de hacer efectivas las prórrogas. La portavoz cupaire, Marta Llorens, se mostraba ayer muy crítica con esta manera de hacer y lamentaba que el gobierno «ha perdido toda la capacidad negociadora». Presentaba, al mismo tiempo, una campaña ya prevista que implicará puntos informativos en la calle para resolver dudas sobre impuestos y tasas bajo el lema No pagues más de lo que te toca. La CUP reclama aumentar el IBI de grandes superficies comerciales, que se actualice el impuesto de actividades económicas con un nuevo vialer de ciudad, aumentar un 20% el impuesto de compraventa especulativa de inmuebles, bonificar el pago de impuestos a las rentas más bajas y eliminar el carácter rogado de las ordenanzas.

Socialistas hablan de un «fracaso»

Al frente del PSC, Andreu Martín valoraba también ayer que «la justificación del gobierno es la guinda del pastel de su fracaso para llegar a acuerdos, ningún argumento de peso lo explica», y decía que el año pasado, su actitud eso ya lo evidenciaba. Martín apuntaba la desconfianza anterior con los presupuestos municipales y hacía alusión al uso de modificaciones de crédito.

Sánchez: «Están en campaña»

El portavoz de Ciudadanos, Juan Carlos Sánchez, a su vez, recordaba que «presentamos una moción en el último pleno, hace 15 días, para modificar una ordenanza fiscal y nos la rechazaron sin hablarnos de nada de eso». Este hecho, dice, «demuestra que el gobierno ya ha entrado en campaña y ha dejado de trabajar para los ciudadanos. Ahora trabajan para el PDeCAT, ERC y Ara Reus». «Las ordenanzas fiscales siempre se pueden negociar», concluye Sánchez.

Desde el PP lamentan las formas

Desde el PP, el portavoz Sebastià Domènech explicaba que «el año pasado, ya dijimos que aprobarían los presupuestos por la puerta de atrás, con un crédito de 4 millones para ir haciendo campaña, y que después los prorrogarían» y lamentaba que «el gobierno no se ha molestado en hacer ninguna propuesta».