Sociedad
El aumento de las peticiones de ayuda de jóvenes migrantes desborda la mezquita de Reus
El centro de culto del polígono Granja Villa, que recibe casi un caso cada dos días, pide protocolos para responder a la necesidad
El goteo continuo, desde el verano, de personas jóvenes e inmigradas que acuden a la mezquita As-Sunnah pidiendo una comida, un sitio donde pasar la noche o un billete de autobús está desbordando la capacidad de respuesta de la entidad que gestiona el centro de culto, ubicado en el polígono Granja Villa. El perfil es el de chicos procedentes de Marruecos, de entre 20 y 25 años y a que la edad deja fuera de los programas de acogida de menores, que no disponen de recursos, han llegado recientemente al territorio, no tienen ninguna referencia familiar y tampoco cuentan con permiso de residencia. Se dirigen a As-Sunnah cuando, al ir a Reus, la misma comunidad se presenta como una puerta donde llamar. Algunos están de paso en la ciudad y otros se establecen en condiciones precarias.
El portavoz de la mezquita, Mohamed Said Badaoui, explica que, en los últimos meses, «los casos que antes atendíamos puntualmente han vivido un repunte muy importante y ya habremos recibido, desde el verano, más de 50. Es prácticamente uno cada dos días». Y lamenta que «nosotros podemos recoger recursos para solucionar la situación de los que lo necesitan pero no tenemos los medios para hacer frente a tantas peticiones de ayuda y al llamamiento de tantas personas». Por eso, desde la mezquita piden a Generalitat y Ayuntamiento de Reus, y a «cualquier instancia que tenga autoridad» la «creación de un protocolo» a través del cual se redirija a estos jóvenes con todas las garantías o bien que la misma mezquita quede incluida «en una red de entidades que unimos esfuerzos para poder ofrecerles atención».
Gesto de la comunidad
Mohamed Said Badaoui explica que las personas inmigradas que son recibidas en As-Sunnah «vienen a menudo de haber hecho un trayecto en patera y de vivir realidades tan duras lo son también para nosotros y preferimos, de hecho, centrarnos en que tengan un mínimo de bienestar ahora que al preguntarles qué los ha movido». Este incremento notable de chicos mayores de edad pero todavía muy jóvenes, aunque «no tiene una explicación muy clara», añade al portavoz de la mezquita, «parece ser que viene dado de la promoción de un sueño, de que aquí encontrarán una vida mucho mejor. Y el sueño se rompe cuando se ven sin nada y solos, lejos de su familia». Mohamed Said Badaoui descarta que el contexto en que se encuentran estos chicos y el gesto con que localizan en el centro de culto pueda derivar en el origen de una radicalización religiosa, y sí que ve el peligro «que caigan en las drogas o que acaben siendo víctimas de algún tipo de explotación».
El apoyo que da la mezquita viene derivado de las oraciones que se realizan, después de las cuales «si tenemos un caso, lo presentamos a la comunidad con la problemática que él nos ha explicado y, entonces, el dinero que recogemos lo utilizamos para intentar cubrirlas». A veces, dice al portavoz de As-Sunnah, «se trata de un billete de autobús o tren para trasladarse a otro sitio donde creen que estarán mejor y que se podrán establecer». Otros, «son alimentos o bien un sitio donde dormir». Este último aspecto «es el más complicado de gestionar porque en la mezquita, por las condiciones de esta, no se pueden quedar. Y nos hemos encontrado a veces personas que pasan la noche en algún coche».
La 'Xarxa d'Aliments'
La mezquita, que vive ahora obras para ganar espacio complementario a la oración, podrá integrarse en la Xarxa de Distribució d’Aliments de Reus tan bont punto las complete y se encuentre dada de alta en el Registro de Entidades Sociales de la Generalitat. El Ayuntamiento presta de manera directa los servicios sociales y el relacionado con los alimentos es lo único de este ámbito que está conveniat con entidades sociales.
Fuentes municipales consultadas precisan que toda persona que tenga una necesidad de carácter social puede dirigirse a los servicios del antiguo hospital y solicitar hora. Los Servicios Sociales, según indican las mismas fuentes, disponen de varias herramientas. Una es el servicio de atención al inmigrante, más vinculado al apartado legal y que elabora una ficha de la persona donde deja constancia de la documentación que dispone, las intenciones de residencia en el país, si tiene formación, el idioma que habla, la situación familiar o la procedencia, entre otros, y lo acompaña en trámites y peticiones.
Por otra parte, en la vertiente estrictamente social, está la posibilidad de una visita del asistente social que también abre una ficha para determinar si la persona que ha solicitado ayuda necesita atención en vivienda, alimentación, enseñanza u otros. Si las necesidades que se detectan están vinculadas a la alimentación, a la persona se la deriva en alguna de las entidades que forman parte de la Xarxa de Distribució d’Aliments. Si es de vivienda, se le puede ofrecer de forma temporal un acogimiento puntual, durante algunos días pero no estable.