Instalarán seis comedores con pienso esterilizante para controlar las palomas

Reus tiene, según cálculos de Medio Ambiente, una población de palomas próxima a los 40.000. El barrio del Carme y los paseos son los puntos calientes de la ciudad con respecto a presencia de ejemplares. El año pasado, se capturaron 5.445: 3.824 con los sistemas de redes y 2.030, con jaulas. Y se impusieron cuatro multas de entre 300 y 400 euros a alimentadores. La de ofrecer comida a estas aves es una de las actitudes recogidas en el capítulo de sanciones de la nueva ordenanza de animales de compañía y de la fauna urbana, aprobada al pleno de octubre y ahora en fase de exposición pública. La normativa, una vez entre en vigor, también prohibirá la venta. El Ayuntamiento ampliará en pocas semanas los métodos para controlar la proliferación de palomas mediante la instalación de seis dispensadores de pienso esterilizante con nicarbazina, una sustancia anticonceptiva. Será la primera vez que utilice de manera fija este mecanismo, que se había testeado anteriormente en una prueba piloto de un solo dispensador, cargado con otro tipo de sustancia y colocado en el paseo Mata.

El concejal de Medio Ambiente, Dani Rubio, explica al Diari Més que «apostamos por la nicarbazina porque parece que es el mejor producto que hay ahora, es otra alternativa y pensamos que puede resultar también una manera ética de regular las colonias de palomas». Los seis dispensadores «los colocaremos en base a un estudio que encargamos y que nos ha identificado los puntos donde habría una mayor concentración» de las aves. «Reus tiene un problema de palomas y los ciudadanos lo saben», añade el concejal, que plantea este como un método más dentro del abanico de sistemas que aplica el Ayuntamiento y precisa que «tampoco dejaremos de utilizar las jaulas y redes de captura porque así nos lo recomiendan las empresas especializadas del sector».

Prueba piloto en el paseo Mata

La prueba piloto realizada tiempo atrás en el paseo Mata supuso una reducción de la colonia de «entre un 10 y un 12%». Se espera que la actuación de la nicarbazina vierta cifras más elevadas a pesar de que, tal como precisa Rubio, «hace un año que este producto ha empezado a utilizarse, por ejemplo, en Barcelona, y todavía no hay estudios que puedan avalar al 100% la efectividad».

La nicarbazina, tal como la describe precisamente el Ayuntamiento de Barcelona, tiene aspecto de polos de color amarillo, sin olor ni sabor, y se mezcla con alimento para que las palomas lo ingieran. No es tóxica y altera temporalmente y de forma reversible la capacidad de reproducción de los animales. En cualquier caso, los dispensadores quedarán ubicados a una altura suficiente como para quedar del todo inaccesibles a las personas.

El Ayuntamiento de Reus sacó ayer a licitación la contratación del servicio de refuerzo de control de la población de palomas mediante el uso de nicarbazina con un presupuesto de 36.300 euros anuales IVA incluido. El pliegue que regulará el concurso detalla que, primero, habrá que hacer un censo esmerado de la zona donde se implantará cada dispensador. Estos contarán con un dispositivo automático para entregar el pienso a las palomas.

Las aves serán cebadas durante los tres primeros meses de la licitación con pienso sin tratar que los ofrecerán los dispensadores, programados para dar el alimento siempre a la misma hora. A partir del cuarto mes, y una vez generado el hábito de acudir a los dispensadores, estos empezarán a aplicar el tratamiento con nicarbazina, de marzo a noviembre. El contrato es, de inicio, para dos años. Cada año se realizará un recuento de palomas en torno a los dispensadores para valorar los resultados. Una vez al mes, la empresa tendrá una reunión con personal designado por el Ayuntamiento para valorar las actuaciones realizadas, determinar las acciones próximas y ver si hay que modificar la programación que quedara preestablecida.

El lugar de instalación de los dispensadores cargados con nicarbazina se escogerá según las zonas que presentan una concentración de palomas más importante, lo cual implica que en un radio de menos de 300 metros las aves tengan sus sitios de alimentación y reproducción. El estudio encargado en su momento por el Ayuntamiento marcaba en rojo en el mapa de la ciudad un total de doce puntos. Los dispositivos de pienso se podrán acomodar tanto en la vía pública como en tejados. La misma empresa también tendrá que llevar un registro de incidencias y eliminar los restos de comida del suelo.

Efectividad a largo plazo

El concejal de Medio Ambiente recuerda que el pienso con nicarbazina «tiene efectividad a largo plazo, estando entre los tres y cinco años» y que «cuando se deja de suministrar, cuando la paloma no come, la efectividad baja de manera exponencial en unos cuatro o cinco días». Por eso, dice Rubio, «es importante que la gente no dé de comer» las aves «porque estaremos tirando el dinero por la ventana». El concejal explica que «necesitamos que la gente actúe en consecuencia». El consistorio reusense destina más de 100.000 euros el año al control de la población de palomas y en mayo presentó una contundente campaña por sensibilizar implicar la ciudadanía en este aspecto. En el 2017, a partir de disciplina urbanística, redactó una relación de 60 inmuebles vacíos y con ventanas abiertas a cuyos propietarios ha hecho llegar una carta pidiendo colaboración para evitar la acumulación de aves.