Vecinal
Vía Pública estudia cambiar 180 puntos de luz a Mas Pellicer por|para farolas
Vivienda y Ayuntamiento abordan la situación del alumbrado con el AVV I de Mayo, que denuncia «problemas de droga e incivismo»
Representantes de Vivienda de la Generalitat, del Ayuntamiento de Reus y la Asociación de Vecinos I de Mayo mantuvieron una reunión, este viernes, para abordar la cuestión del alumbrado en Mas Pellicer y los «problemas de inseguridad, de drogas y de incivismo» que tienen relación. Y de Mayo ha arrancado el acuerdo de Vivienda, tal como explica el presidente de la entidad vecinal, Eduardo Navas, de reparar los hasta 45 puntos de luz ubicados bajo los porches de los bloques que, desde tiempo atrás, «no iluminaban porque alguien los había arrancado o roto». En total, de paneles de este tipo, al global Mas Pellicer hay cerca de 180. El vecindario no los quiere porque «están al alcance de la mano y hay quien los rompe continuamente haciendo que el gasto de mantenimiento sea muy alto y que algunas partes del barrio estén casi siempre a oscuras». Por eso, pide que se reemplacen por «farolas de cuatro brazos que puedan dar luz a toda la zona desde las plazas y que queden elevados».
Navas precisa que «cada bloque de Mas Pellicer da en tres plazas y, por eso, sería cuestión de poner una farola en cada plaza y eliminar los puntos de luz bajo los porches». El tema se trató al encuentro, donde en una estimación inicial «se vio que harían falta unas 20 farolas y que la inversión de hacerlo todo podría ser de uno 180.000 euros». Vía Pública se ha comprometido, dice el presidente de la Asociación de Vecinos I de Mayo, a estudiar la viabilidad del proyecto. Estará en relación a los resultados de este análisis que se determine si la intervención sale adelante o no, asegura a Navas.
«Es peligroso para todos»
El representante vecinal lamenta que «cuando desconectan una lámpara acostumbran a llevarse el cableado de toda una zona entera y hay veces que pasar por determinados sitios da miedo». Quien lo hace, añade, «lo que quiere es dejar a oscuras los porches para vender drogas. Desde la esquina que da a la carretera de Bellissens hay muy buena visibilidad y, así, cuando llega la policía les ha dado tiempo a huir». Más allá de las actividades ilícitas, «estar sin luz es peligroso para todos porque, tal como está el suelo o en el paso entre la acera y la carretera cualquiera puede tropezar y caer». Navas recuerda que «bajo los porches hay las puertas de los bloques donde viven personas y nadie quiere entrar en su casa a oscuras».
En relación en estos 45 paneles que habían dejado de funcionar, Vivienda se hará cargo «de manera inmediata», precisa el presidente de la asociación de vecinos de Mas Pellicer, que recuerda que en el barrio «hay más de 200 pisos que son de su propiedad» y que estos «necesitan otras mejoras que son más complicadas». Por ejemplo, el cambio de los interfonos, que a menudo desaparecen.
Al menos parte de los desperfectos en estos espacios, Navas los atribuye en la acción de los ocupas. En el barrio se han contabilizado 27 pisos donde viven personas de manera irregular, «dos de los cuales han estado ocupados en la última semana». En uno de ellos, explica el representante vecinal, «entraron cuando supieron que el inquilino había muerto. Están atentos a los movimientos». Meses atrás, Vivienda había anunciado hacerse cargo de los daños que los ocupas generaran en bloques de su propiedad en Mas Pellicer. Navas dice que «es complicado porque la rotación en los pisos ocupados es muy alta». La Generalitat ha estado denunciando también en este tiempo las entradas ilegales a estos pisos, pero «cuando venden con una orden de desahucio, los ocupas salen, se esperan que la comitiva se marche y vuelven» a «entrar».