Detectan conexiones ilegales en el cambio del cableado aéreo en el Carme

Las tareas de reforma tecnológica de las líneas de distribución de baja tensión que llevaba a cabo Endesa en el barrio de Carme de Reus finalizaron ayer con la actuación en la calle Baix del Carme y sus travesías. Durante meses, la empresa eléctrica ha retirado el cableado aéreo y las sillitas, las estructuras metálicas que lo sujetaban, y también ha sustituido los materiales conductores antiguos por cableado nuevo, que en algunos puntos ha pasado a estar enterrado, y en otros, se ha grapado en las fachadas. Además, se han sustituido los cruces de líneas que quedaban suspendidos, y se han instalado conductores con salidas nuevas.

Esta reforma, que empezó a llevarse a cabo a principios de verano de este 2018, ha ido a cargo de la compañía Endesa. Dentro de esta intervención, se ha renovado el cableado en las calles de Doctor Gimbernat, de Sant Francesc, en algunos puntos de la calle Misericòrdia, y en la calle Baix del Carme y sus travesías, las calles de Sant Jaume i Sant Benet, y Closa de Freixa.

La reforma del cableado que se ha llevado a cabo en esta zona del barrio de Carme de Reus, también ha servido para detectar las diversas conexiones fraudulentas en la red eléctrica que había hechas en algunos puntos del barrio, y para sanearlas, dejando sólo las conexiones legítimas, según ha podido saber el Diari Més. Unas conexiones que en la mayoría de los casos, estaban hechas desde casas ocupadas ilegalmente, o desde edificios abandonados que habían sido ocupados de forma ilegal en algún momento.

Estas tareas de saneamiento y reforma de las líneas eléctricas de baja tensión, que han servido para renovar las instalaciones del cableado en buena parte del barrio del Carme, han servido para retirar a las líneas aéreas antiguas que todavía quedaban en algunas de las calles del centro de la ciudad, y que con la reforma, han ganado seguridad.

Las ocupaciones en el barrio

La detección de múltiples conexiones fraudulentas en la red energética es prueba de una de las quejas reiteradas de los vecinos del barrio del Carme, sobre el alto número de edificios deshabitados que hay en la zona, y la problemática que sufren con las ocupaciones ilegales, que se producen de forma habitual en este barrio del centro de la ciudad, y que en muchas ocasiones, consideran los vecinos, que van ligadas a episodios de inseguridad ciudadana.

Las ocupaciones ilegales y las conexiones fraudulentas sin embargo, no son una problemática exclusiva de la zona del barrio del Carme, y es que no hace demasiado, que el consistorio reusense reclamaba más recursos a Justicia para poder avanzar en el estado de las denuncias. La concejala de Benestar Social del Ayuntamiento de Reus, Montserrat Vilella, destacaba en una entrevista a este diario la importancia de la colaboración vecinal a la hora de lucha contra la problemática de las ocupaciones ilegales conflictivas.

Reivindicaciones del vecinos

Por su parte, los vecinos del Carme se muestran satisfechos por esta intervención, que supone la retirada de las líneas aéreas antiguas, y la sustitución y reforma de la instalación en buena parte del barrio, pero siguen reivindicando otras actuaciones importantes en la zona. Como el derribo de varios edificios abandonados de las calles de Sant Jaume, de Sant Benet y Closa de Freixa, que hace unos meses adjudicó el Incasòl, y que tenían que empezar por estas fechas, pero que, de momento, según explica el presidente de la Associació de Veïns de l'Harmonia, Josep Machado, todavía no han empezado.

El censo de edificios vacíos

No se trata de los únicos edificios que preocupan los ciudadanos del barrio, que ya hace semanas, anunciaron que estaban elaborando un censo de los edificios vacíos que hay en el barrio, y de los que se encuentran en mal estado y pueden representar un peligro. Una lista en la cual Machado explica que siguen trabajando, que incluye cerca de una cuarentena de inmuebles deshabitados y en mal estado en varias calles del barrio y que tiene como objetivo convertirse en una reclamación para que el Ayuntamiento de Reus tome medidas sobre el futuro de estos edificios, abriendo un Expediente Disciplinario Urbanístico para estudiar el estado real.