Las familias con pocos recursos que, desde el miércoles pasado, habían sido acampadas en los porches del 1-I de la calle Pau Gargallo abandonaron ayer el lugar después de haber mantenido una reunión con servicios sociales y que, desde el Ayuntamiento, «hayan escuchado los casos pero hayan concluido que no hay ninguna solución a corto plazo». El grupo ha optado, pues, por levantar el campamento y «buscar otro medio» para reclamar una vivienda digna a la que, dicen, no tienen acceso con sus propios medios.. En la decisión ha tenido que ver, también, el frío de los últimos días, que los había llevado a dormir «por turnos» en la calle. Las seis familias, parte de las cuales proceden del 35 de la calle Sant Magí donde en septiembre cayó una viga, habían intentado ocupar un bloque entero en Mas Iglesias el miércoles y habían sido desalojadas por los Mossos. Una patrulla de la Guàrdia Urbana las vigiló las 24 horas hasta ayer.