Aumentarán el alumbrado de la plaza de Villarroel para facilitar la circulación

La plaza de Antoni Villarroel de Reus vivirá más reformas durante este año que ahora empieza. A pesar de que la parte más importante de las modificaciones que tenía que sufrir este espacio de la ciudad, ya finalizó el pasado otoño, todavía faltan una serie de intervenciones para acabar de lavarle la cara, y mejorar la circulación, tanto de peatones, como de conductores en la zona.

Según afirmó el alcalde de Reus a finales de este diciembre, en la plaza de Antoni Villarroel, el espacio que une el tráfico que viene desde la calle del Batán, de la calle de Eduard Toda, de la avenida de Pere el Cerimoniós, de la calle de Cambrils y de la riera de Aragó, todavía le faltan algunas intervenciones para quedar definitivamente reformada, pero la más importante, es el aumento del alumbrado, ya que, a pesar de tratarse de uno de los puntos próximos al centro de la ciudad más importantes en volumen de tráfico de vehículos, es todavía un espacio oscuro con respecto a la iluminación artificial, y este aspecto, sigue dificultando la circulación.

Aparte del aumento del alumbrado en la plaza, también ha previsto que se renueve el ajardinamiento, y la creación de más pasos de peatones. Por este motivo, se prevé que se aumente el alumbrado de la plaza de Villarroel, para dar todavía más fluidez al tráfico, y para garantizar, todavía más, la seguridad de los peatones.

Aunque el alcalde de Reus, Carles Pellicer, no especificó cuántos puntos de luz se tenían que acabar incorporando a la zona, sí que quiso dejar claro, que sobre todo, la reforma del alumbrado de esta plaza tenía que ir, sobre todo, destinado a facilitar la circulación por esta.

La reforma de la organización de la circulación que acabó el pasado más de octubre, sirvió para facilitar la incorporación de la gran densidad de vehículos que transitan por esta plaza en las horas punta, ya que con el sistema anterior, en algunos puntos se generaba demasiada congestión.

Una rotonda convencional

Las obras, que habían empezado el pasado mes de julio, sirvieron para sustituir los dos semicírculos que formaban la plaza y que dividían el tráfico generando dos puntos complicados de incorporación, desde la calle del Batán y el de Eduard Toda, y desde la avenida de Pere el Cerimoniós, y se creó una rotonda convencional, bajo la islita que marca el final de la riera de Aragó. Además, actualmente, los vehículos que llegan desde la calle de Eduard Toda, ahora se tienen que incorporar primero a la calle del Batán, dando prioridad a estos últimos.

Más seguridad para los peatones

La nueva organización del tráfico permite un funcionamiento más convencional de la rotonda central, y con más puntos de alumbrado, los pasos de peatones que hay en la plaza de Villarroel, quedarían mejor señalizados, y aumentaría la seguridad, tanto para los vehículos como para las personas que circulan a pie.