La pérdida de terrazas de bar deja metros disponibles en la Mercadal
El cierre del restaurante del Gaudí Centre y el anuncio de obras del Café de Reus generan espacios vacíos
La decisión de cerrar tomada por el grupo gestor del restaurante del Gaudí Centre y el anuncio del Café de Reus de un paro temporal de la actividad por obras han dejado la Mercadal sin dos de sus terrazas. Pocos meses atrás, y en el sentido contrario, los establecimientos habían tenido que recortar mesas, precisamente, para hacer sitio al Café de Reus. El espacio vacío, tal como precisan fuentes municipales –al menos el que ocupaba la Capsa Gaudí– puede ser solicitado por alguno de los bares que todavía están activos. Si se produjera una petición, el Ayuntamiento estudiaría conceder más metros a quien la formulara. Las mismas fuentes concretan que el contrato con el Café de Reus, que atraviesa ahora un primer año de carencia en el alquiler, está vigente y en orden. Ambos negocios se encuentran ubicados en espacios municipales: la Capsa Gaudí era una concesión que saldrá de nuevo a concurso y el Café de Reus está instalado en unos bajos del palacio consistorial y, por lo tanto, de propiedad municipal. Desde el Gremi d'Hosteleria de Reus, el presidente Rodrigo Garibotti, lamenta la pérdida de terrazas en la Mercadal y recuerda que «el problema que se da hoy día en la ciudad es posiblemente que se han abierto muchísimas cosas y quizás no hay tanta demanda».
«Lo que es interesante es que todas las terrazas se llenen, que todo el mundo trabaje», dice Garibotti, que añade que «con todo, la gente no dejará de venir al centro y la Mercadal siempre será lo que es. Lo que pasa es que es una pérdida y la situación ideal es que haya más terrazas». De cualquier manera, apunta al presidente del Gremi d'Hosteleria de Reus, en la zona «tiene lugar un efecto de decantación que hace que, si la plaza está llena, se llenen los locales del entorno y eso no se perderá. Si hay menos sillas, la gente se expandirá». El gremio, que empezó a caminar con una treintena de miembros, tiene ahora cerca de 50, tal como detalla su presidente.
La adjudicación del restaurante del Gaudí Centre al grupo Gaudí Up&Down la hizo el Ayuntamiento en el 2014 mediante un procedimiento negociado y después de haber convocado un total de tres licitaciones consecutivas que resultaron desiertas. La duración del contrato se previó inicialmente hasta el 31 de diciembre del 2025. El precio del alquiler se fijó entonces en torno a los 3.000 euros mensuales, unos 36.000 euros el año. El grupo gestor intentó, antes de optar por un cierre, traspasar el negocio, pero descartó la posibilidad después de «no encontrar ninguna propuesta».
Contrato a diez años
Con respecto al Café de Reus, el pleno aprobó en marzo una modificación de las condiciones del traspaso del contrato de arrendamiento del local, en los bajos y primer piso de los números 1 y 3 de la calle Metge Fortuny. El trámite facilitó un año de carencia en el pago del alquiler, que cifra la cuota mensual en 2.177 euros, para compensar una inversión en reformas necesarias en los bajos. El contrato se firmó con una duración de 10 años y la posibilidad de una prórroga de 5. En total, entre mensualidades pendientes del anterior inquilino y este primer año de moratoria, el Ayuntamiento renunció a unos 44.000 euros para mantener la actividad en el establecimiento, que acumulaba cerca de un año cerrado y arrastraba unos 30.000 euros en deudas. El Café de Reus, sin embargo, volvió a cerrar este otoño y retiró la terraza. Desde el exterior del local se pueden ver carteles donde se anuncia un paro del servicio por obras. Fuentes municipales precisan que, una vez completado el año de carencia, se solicitará permiso a los inquilinos para acceder al interior y comprobar que la remodelación que motivó el año de carencia en el pago del alquiler se llevó efectivamente a cabo. Este año vencería a finales del primer trimestre del 2019.