La Generalitat dará luz verde a la residencia de Horts de Miró en febrero
El Departament de Treball está elaborando dos informes que tendrán que recibir el visto bueno de intervención antes de que el Ayuntamiento pueda abrir el edificio
La esperada apertura de la residencia de Horts de Miró no será inmediata. La Generalitat se encuentra todavía completando los trámites para la puesta en marcha del equipamiento después de que el pleno del Ayuntamiento de Reus diera luz verde, en diciembre, a la firma del convenio con que tenía que propiciar la activación de las plazas. La concejala de Bienestar, Montserrat Vilella, concretó en aquel momento que Horts de Miró entraría en funcionamiento «a principios de enero». Fuentes municipales consultadas precisan al Diari Més que el Ayuntamiento «ya ha dado todos los pasos» para que este extremo se produzca y espera «documentación de la Generalitat».
A su vez, fuentes del Departament de Treball i Assumptes Socials detallan que, en la actualidad, «nuestra asesoría jurídica está acabando dos informes que, cuando estén listos, irán a intervención para que dé el visto bueno, pasarlos al Ayuntamiento y que pueda abrir». La Generalitat avanza con la previsión de que la residencia esté operativa «a partir de finales de enero, probablemente en febrero.»
La residencia de Horts de Miró, cuando abra, pondrá a disposición de las personas mayores un total de 24 plazas en régimen de concierto y 5 privados. El Ayuntamiento de Reus ha aportado, en el último año y medio, diferentes fechas para su entrada en funcionamiento, que todavía no se ha hecho efectiva. Las 24 plazas estarán situadas en una de las plantas que dispone de 29 camas, 12 habitaciones dobles y 5 individuales. La residencia ya ha culminado los trabajos de adecuación y se encuentra con todos los equipamientos disponibles. La apertura de la residencia y del centro de día comportará la contratación de una veintena de profesionales de diferentes especialidades, tanto de atención directa -gerocultors, trabajo social, educador social, terapeuta ocupacional, psicólogo, enfermería, fisioterapia, servicio médico– como también de atención indirecta –limpieza, lavandería, mantenimiento, portería y dirección. Hace meses, de hecho, que parte del personal ya desarrolla algunos trabajos.
Distribución en plantas
En el sótano del edificio están ubicados los servicios generales como cocina, lavandería, almacén general, vestuarios de personal y salas de instalaciones. En la planta baja se encuentra el acceso principal de la residencia. En la segunda planta estará situado el comedor general, la sala de estar del centro y servicios específicos como son las salas de podología, peluquería, sala de gimnasio, sala de terapia ocupacional y vestuarios de los usuarios del centro de día. En las plantas tercera y cuarta, que son iguales, hay las habitaciones de los residentes, sala de estar y de baño asistido.
En torno a 160 personas mayores se encuentran en lista de espera para acceder a una plaza pública de residencia. El dato, facilitado por el Departament de Treball i Assumptes Socials el pasado mes de septiembre, está circunscrito a la comarca del Baix Camp. Se ciñe únicamente a las personas que han pedido un lugar y que, mientras no lo tienen, están en su casa, y no tiene en cuenta a aquellos abuelos que sí que ocupan una plaza pero que no es la que escogieron. Estos últimos figuran, también, a la misma lista y dan lugar a una cifra más amplia que la Generalitat no aporta. Fuentes del propio Departament precisan que es ciertamente habitual que los solicitantes a quienes todavía no se les ha adjudicado una cama «reciban asistencia de alguna otra manera, servicios diversos o bien tengan un cuidador no profesional» y subrayan que «no significa que se trate de personas que se encuentren desatendidas por el hecho de no estar viviendo en una residencia».