«Una coalición constitucionalista que gobierne para todos es posible»

—En su presentación de alcaldable, en el Hotel Gaudí, destacó el papel del PP como «líder» en la oposición.

—El PP, los últimos cuatro años, ha liderado la oposición en preguntas, ruegos y propuestas de resolución. Hemos hecho cerca de 100. Hemos sido los más activos y los que más hemos incidido en temas de ciudad. Ha habido otros grupos que nos han hecho perder mucho tiempo en cada pleno con cuestiones que no tenían que ver con la vida ni con los problemas reales de nuestros vecinos: el estatuto, el proceso, el referéndum...

—¿Le resultó complicado asumir este rol después de haber estado en el gobierno?

—Para los que sólo hayan vivido gobierno, tiene que ser complicado. Pero yo había estado antes en la oposición. Es una tarea dura y poco visible. Tienes que reunirte con gente, conocer los problemas e intentar resolverlos desde donde estás. Los tres años que estuvimos en el gobierno fue como ir por el desierto y encontrar un oasis, porque podíamos responder a las necesidades de la gente. En la oposición, hemos seguido hacer nuestro trabajo de concejales y nuestra desesperación ha sido ver cómo el gobierno no ha hecho nada.

—¿Dónde ha querido poner el foco?

—Hemos liderado el tema del Hospital Sant Joan. Desde el 2015, cuando se detectaron los primeros déficits, fuimos los primeros que pedimos que la Generalitat se hiciera cargo y denunciamos que los reusenses pagaban dos veces la sanidad. Ahora el alcalde y la concejala de Salud dicen que sí que tiene que ser así, pero lo dicen después de haber pagado 14 millones de euros. En el 2016 abandonamos, como protesta, al consejo de administración del Hospital. Y llevamos propuestas al pleno para que entraran representantes de trabajadores.

—¿Cuáles son las otras reivindicaciones que han ocupado la actividad del grupo?

—Hemos luchado mucho por la apertura de la residencia de Horts de Miró. Y hemos reivindicado el pabellón del Institut Roseta Mauri. Hemos pedido un centro de tecnificación de patinaje. Se están haciendo los vestuarios del campo de fútbol de La Pastoreta, que fue una condición nuestra para aprobar presupuestos, y el barrio Montserrat ya tiene su local social. Queremos seguir garantizando la libertad educativa para los padres con el 3+2 que aprobamos y que ahora parece que el alcalde quiera cambiar. Hemos aprobado mociones en el pleno para la subvención de libros y material escolar con unos 120.000 euros del IBI de autopistas que no cobrábamos. Y pedimos que se eliminen los barracones de cualquier escuela. A nivel de empresa, hemos llevado mociones para que los nuevos empresarios tengan reducciones de impuestos. La cuestión comercial también nos preocupa mucho: el centro tiene locales cerrados y hacen falta ayudas para recuperar el perfil comercial. Queremos el proyecto del apeadero de Bellissens y defendemos la estación intermodal. Una cosa tan básica como la moción que se aprobó para que el Aeropuerto se llamara Antoni Gaudí, nadie se ha preocupado por ejecutarla.

—¿Cómo ha sido la relación con el gobierno?

—Con su aritmética y con 11 concejales, sólo nos han llamado cuando nos han necesitado. No nos han dado información. Al alcalde, por primera vez lo hicimos alcalde nosotros. Y su comportamiento no ha sido el deseable. Actúa como líder de un partido, olvidándose de más de la mitad de los reusenses. Y ha permitido que se vulnere la legalidad en Reus con acosos en comisarías, a policías, lazos en cualquier espacio, en nuestros asientos del pleno. Ha desistido de negociar los presupuestos y ha salido adelante. No pasará a la historia por haber hecho nada importante en la ciudad.

—-¿Qué piensa de la polémica por la pancarta de ‘Llibertat presos polítics’? Por Sant Pere no estuvo y la adhesión a la AMI ha sido un caballo de batalla.

—La politización de la festividad del Once de Septiembre tiene que cambiar, tiene que ser un día de todos los reusenses y no el día de los independentistas. Llevamos a la subdelegación un escrito pidiendo que se retiraran los carteles de la AMI y estuvimos en contra de la aportación que el Ayuntamiento aprobó. Queremos que se retire la pancarta de presos políticos del edificio consistorial, que tiene que ser apartidista porque es la casa de todos los reusenses.

—Ha dicho alguna vez que ve a la sociedad dividida y que eso lo preocupa.

—Les ha interesado dividirla entre los que llevan lazos amarillos y los que no llevan. Hay un gobierno independentista pero quien está más legitimado para hablar somos los constitucionalistas, que no nos hemos saltado las leyes. En unas elecciones municipales, hay que dejar de lado este debate porque, si no, les tengo que decir: «Pasen primero por los tribunales, aclaren todo lo que han hecho y, cuando hayan cumplido las sentencias, estarán en igualdad de condiciones que un servidor». Sin embargo, si entramos en este debate, decepcionaremos a los ciudadanos que queremos saber qué soluciones tenemos para la ciudad y será un debate que no aportará nada.

—Hábleme sobre las principales líneas de su proyecto.

—Como dice el lema de precampaña, el proyecto se centra en que Reus es lo que importa. No queremos entrar en que si Parlament de Catalunya, que si Congreso de los Diputados o Unión Europea. Sí que queremos que estas instituciones nos den apoyo donde no podamos llegar. Sin embargo, lo que nos preocupa es la ciudad: comercio, polígonos, deporte, cultura... Desde el Ayuntamiento, se pueden hacer muchas cosas. Tenemos la experiencia para hacerlo y lo haremos.

—¿Cómo será la lista?

—La idea es hacer una lista continuista pero con incorporaciones nuevas, y aprovechar esta experiencia que tenemos. No son momentos de grandes cambios. Cuento con Dolors Compte, con Tona Duch, e incorporaremos gente joven. Será una lista para aguantar con solvencia cuatro años. Esperamos recuperar los buenos resultados que hemos tenido en otras ocasiones. Creo que puede haber un gobierno constitucionalista en la ciudad. Puede haberlo y quizás dependerá de algún partido más pequeño de ámbito local que habrá que ver donde se posiciona. Puede haber una coalición de partidos constitucionalistas, que se preocupen por cumplir la ley y gobernar para todos los reusenses, cosa que ahora no pasa.

—¿Qué cree que pasará si Vox acaba presentándose?

—Es evidente que, cuando hay nuevas listas que se presentan, afectan a unos u otros. Pero no nos preocupa. En unas municipales la gente valorará que siempre hemos puesto la ciudad por delante de los intereses de partido. Nos tenemos que centrar en Reus y el partido que no lo haga se equivocará.