El Ayuntamiento tramita el desguace subsidiario de la planta de Bionet
Hace un año que se redactó un proyecto para desmantelar la antigua fábrica, que se ha incendiado en varias ocasiones, y se acumulan grafitis y basura
El recinto de la antigua planta de Bionet, que se localiza en el polígono Agro-Reus, acumula grafitis, suciedad y el esqueleto de los depósitos de combustible ya degradados. La fábrica, que sufrió al menos dos incendios consecutivos el verano del 2017, está pendiente de demolición desde aquel mismo invierno. Fue entonces cuando el Ayuntamiento hizo público que, por una cuestión de seguridad, asumiría los trabajos necesarios para desmantelar subsidiariamente la fábrica. Un proyecto en este sentido quedó aprobado y fue publicado en el Diario Oficial de la Generalitat de Catalunya (DOGC) en enero del 2018. Los trabajos, sin embargo, todavía no han empezado.
Fuentes municipales consultadas se limitan a precisar que «el Ayuntamiento hará las obras de manera subsidiaria» y detallan que «se está trabajando en la cuestión administrativa». No concretan, con todo, la fecha en que el desguace podría iniciarse.
Requerimientos en la empresa
Bionet quemó dos veces consecutivas en el 2017 en fuegos que generaron una gran expectación por la vistosidad de los incendios y por la situación precaria en que quedaron los depósitos, con buena parte del metal fuera, y que desembocaron en un informe sobre la detección de materiales inflamables en el interior de la planta ubicada entre las calles Rovira i Virgili, Santiago Rusiñol y Adrià Gual. El último episodio hizo movilizar siete dotaciones de Bombers. Las sucesivas ventoleras, en este año y medio, han acabado de dejar los restos de la empresa a la vista y también de tirar al suelo parte de los que se habían aguantado aunque desprendidos. «Ante la incertidumbre de los residuos que podían encontrarse en el solar», el 20 de julio y el 4 de agosto del 2017 el Ayuntamiento pidió a Bionet que desmontara estas instalaciones «de forma urgente», advirtiendo que, si no procedía a hacerlo, el mismo Ayuntamiento se haría cargo subsidiariamente. Después de agotarse el plazo sin que la empresa llevara a cabo las obras, el consistorio elaboró un proyecto que quedaba pendiente de determinar la propiedad de Bionet. Este aspecto habría tenido un papel decisivo en el retraso de los trabajos previstos.
Tal como se perfiló inicialmente, la intervención, cuando se lleve a cabo, contemplaría una primera fase de limpieza que incluiría los trabajos de retirada de los restos de instalaciones, depósitos, los restos banales, cubiertas de uralita y la estructura metálica que ocupa el grueso del recinto. En caso de existencia de residuos de proceso productivo, se dejarían en las cubetas de retención a la espera de que se ocupara un gestor autorizar. Después del desmantelamiento, en el solar sólo tendrían que mantenerse en pie las paredes de obra de la antigua fábrica de biodiésel.
Las instalaciones de la empresa Bionet están cerradas desde el año 2012. Desde el Ayuntamiento apuntaron, pocos meses después de que tuvieran lugar los dos incendios y Bionet no respondiera a los requerimientos, que en el desguace de los depósitos y de la parte de industria «la valorización económica de los residuos extraídos cubrirá el importe de la intervención». Con todo, el desmantelamiento de la instalación se ejecutará de forma subsidiaria, tal como subrayan fuentes municipales.